Este pequeño libro que la Editora e Livraria Instituto Paulo Freire (Ed,L) trae a los lectores en 2012 es una de las expresiones del tema propuesto para los dos encuentros internacionales del Foro Paulo Freire. Es decir, desde 1998, cuando se celebró el primero en São Paulo, este evento internacional se ha celebrado cada dos años, cada vez en un país diferente: en 2000 fue en Bolonia (Italia); en 2002, en Los Ángeles (Estados Unidos); en 2004, en la ciudad de Oporto (Portugal); en 2006, en Valencia (España); en 2008, de nuevo en Brasil, en la ciudad de São Pau-lo y, finalmente, en 2010, en Praia, capital de Cabo Verde.
Cada encuentro dio lugar a una "Carta", firmada por los representantes de los diversos Institutos Paulo Freire, con un tema central a desarrollar a lo largo del bienio.
En el último Encuentro Internacional del Foro Paulo Freire, celebrado por primera vez en suelo africano, el tema de la "Carta de Praia de Cabo Verde" fue la "Descolonización de las Mentes". Este tema aparece en la obra de Paulo Freire como "Concienciación" y en la de Amílcar Cabral -el gran líder y mártir de la independencia de Cabo Verde y Guinea-Bissau- como "Africanización de los Espíritus".
Como es costumbre en el Foro Paulo Freire, el tema de un Encuentro Internacional debe ser la principal preocupación de las unidades (institutos, cátedras libres, grupos de estudio, etc.) de la comunidad freireana en todo el mundo durante el bienio, es decir, debe estar presente en las encuestas, estudios, investigaciones e intervenciones hasta el siguiente Encuentro Internacional, cuando se propone otro tema. Así, "Descolonización de las Mentes" es el lema para los freireanos de todo el mundo hasta septiembre de 2012, cuando está prevista la realización del 8º Encuentro Internacional del Foro Paulo Freire, nuevamente en Los Ángeles, Estados Unidos.
Por eso, la "Descolonización de las Mentes", como se afirma al comienzo de este prefacio, es el tema central de este pequeño libro, que se compone de dos textos, escritos por dos fundadores del Instituto Paulo Freire.
El primero, de José Eustáquio Romão, se centra en el concepto de "Razón Revolucionaria". El autor rastrea el concepto de Razón (racionalidad) y Revolución en casi todos los textos de Paulo Freire y Amílcar Cabral, para verificar las aproximaciones y distancias, las convergencias y diferencias, o incluso divergencias, entre el legado de Freire y el pensamiento y la acción del líder independentista de Cabo Verde y Guinea-Bissau.
Uno de los aspectos sobre los que llama la atención este texto es la constatación de que tanto Freire como Cabral son actores de la praxis, es decir, hombres comprometidos con el pensamiento crítico. Para ellos, el conocimiento sólo puede legitimarse epistemológicamente si se origina en la práctica y políticamente si se convierte en instrumento para intervenciones más cualificadas (más conscientes) en esa misma práctica. Además, para ellos, la revolución es permanente, porque la liberación definitiva no llega con la proclamación de la independencia política de una nación, ni con su liberación económica; sólo fructifica cuando el pueblo de esa nación poscolonial se libera de las racionalidades que los colonizadores dejaron profundamente arraigadas en el suelo de la conciencia de los "ex-colonizados". Y es que el sistema simbólico, como demostró Friedrich Engels en su obra Origem da família, da propriedade privada e do Estado (Río de Janeiro: Civilização Brasileira, 1975), es más lento que los sistemas productivo y asociativo y, por lo tanto, los fundamentos, principios, valores, proyecciones e ideales incrustados en las mentes colonizadas por el opresor acaban transformando a los oprimidos en anfitriones de su propio opresor. A partir de ese momento, leen el mundo a través de los ojos y desde la perspectiva de la cosmovisión del opresor, lo que hace que la tarea de liberación sea mucho más difícil de completar. A partir de ahí, el texto lleva a la conclusión de que la "Razón Revolucionaria" tiene una profunda conexión con la descolonización de las mentes y con el proceso de concienciación, que es siempre un proceso de autoconciencia.
El segundo texto, de Moacir Gadotti, examina los vínculos más generales entre el pensamiento y la acción de Paulo Freire y la lucha y las reflexiones de Amílcar Cabral. Al trazar la obra del educador pernambucano, destaca su peregrinaje concreto y reflexivo por el continente africano, ya que trabajó o mantuvo relaciones muy estrechas con diversas naciones de ese continente: Cabo Verde, Guinea-Bissau, Nigeria, Santo Tomé y Príncipe, Tanzania, Zambia, etc.
Gadotti llama la atención sobre un aspecto muy interesante del movimiento dialéctico permanente del pensamiento y la acción freirianos: fue en la época en que trabajaba para el Consejo Mundial de Iglesias en Ginebra cuando su pensamiento se radicalizó y se acercó más al materialismo dialéctico, llevándolo a establecer relaciones más profundas entre los procesos simbólicos (alfabetización y postalfabetización, por ejemplo) y los procesos productivos, ratificando en última instancia la determinación económica, principio axial del pensamiento marxista.
La colaboración de Paulo Freire en la construcción de las identidades nacionales de las jóvenes naciones africanas -algunas de ellas, como Cabo Verde y Guinea-Bissau, aún luchan por su independencia- hizo que su pedagogía adquiriera una fuerte connotación política, como también subraya el texto de Gadotti.
Al igual que Amílcar Cabral, como destaca el texto de Romão, Paulo Freire comprendió la relación entre el proceso de liberación de las colonias africanas de Portugal y la "Revolución de los Claveles", que liberaría a Portugal de la dictadura de Salazar el 25 de abril de 1974. Amílcar fue un poco más lejos, al comprender que la lucha antiimperialista ayudaría al pueblo portugués en su lucha por la redemocratización -la dictadura de Salazar llevaba en Portugal desde 1933-, pero podría no ocurrir lo contrario. Según él, la redemocratización portuguesa no garantizaba la descolonización, entre otras cosas porque el gobierno democrático en suelo portugués podía seguir patrocinando la empresa colonial.
Otro aspecto dialéctico que vale la pena destacar en el análisis de Gadotti es que Paulo Freire se reconoció en la cultura africana, porque al entrar en contacto con esa realidad, registró impresiones de "volver a casa". Aprendió de África, al mismo tiempo que daba una dimensión global a su pedagogía del oprimido.
Las reflexiones que Paulo Freire y Amílcar Cabral desarrollaron sobre el lenguaje y su relación con la cultura, la educación y el poder también fueron enfatizadas en el texto de Gadotti, que, en este sentido, destaca una significativa diferencia de interpretación entre ambos, resultando en una divergencia en relación al lenguaje a ser trabajado en la alfabetización. Esta cuestión merece ser examinada con más detenimiento en el texto de este libro.
Podrían destacarse otros aspectos relacionales en los dos textos de estudios comparados que componen este libro, pero al hacerlo corremos el riesgo de que el lector potencial se contente con leer este prefacio, abandonando la riqueza de las reflexiones de los textos originalmente escritos para componerlo.
Por eso preferimos detenernos aquí, invitando a todos, sean o no freirianos, a leer este libro profundamente provocador y útil para cualquier educador, así como para el público en general, porque sus reflexiones son oportunas para todos aquellos que están comprometidos con la construcción de sociedades más humanas, más justas y más democráticas.
Los autores.
Puede acceder al libro en pdf aquí.
Paulo Freire e Amílcar Cabral: A descolonização das mentes | Esquerda