Francia libró una verdadera " represión militar " contra los movimientos independentistas en el marco de la " guerra de descolonización " a la que se enfrentó en Camerún. Y ya es hora de que reconozca su papel y la naturaleza de estos hechos, más de sesenta años después de la independencia de este país centroafricano en 1960.
Estas son las principales conclusiones del trabajo realizado por una comisión de historiadores franceses y cameruneses. Su informe, de más de 1.000 páginas, fue presentado al presidente camerunés Paul Biya en Yaundé el martes 28 de enero, una semana después de haber sido presentado a Emmanuel Macron en París.
Esta iniciativa se inscribe en el marco de las iniciativas del Presidente para conmemorar el papel de Francia en el genocidio de los tutsis en Ruanda y durante la guerra de Argelia, con la esperanza, ahora débil, de apaciguar y luego renovar las relaciones entre la antigua potencia colonial y los países africanos. Y ello en un momento en que la influencia de París en el continente está sometida a múltiples vientos en contra, especialmente en el Sahel.
Esta vez, el proyecto de memoria se lanzó en julio de 2022, durante la visita del presidente francés a Yaundé, a riesgo de suscitar tensiones con un país dirigido desde 1982 por Paul Biya, heredero del gobierno instaurado tras la independencia, con el apoyo de París, en un Estado que se convirtió rápidamente en uno de los pilares de la " Françafrique .
"Decenas de miles de víctimas
Dos años y medio después, los catorce miembros de la comisión mixta -siete investigadores cameruneses y siete franceses- arrojan una dura luz sobre la actitud de Francia en la represión de los movimientos independentistas cameruneses, y luego de la oposición política, entre 1945 y 1971, el periodo cubierto por sus investigaciones.
Una verdadera guerra se libraba entonces a 5.000 kilómetros de la Francia continental, lejos de la mirada de una opinión pública entonces centrada en los " acontecimientos " de Argelia. El recuerdo de este periodo sigue vivo en Camerún, pero permanece en gran medida oscurecido en FrSíguenos en WhatsApp
" Es una guerra de descolonización que no termina con la independencia : seguimos presentes después y continuamos ejerciendo la violencia represiva en nombre de un país que se ha independizado ", observa la historiadora francesa Karine Ramondy, copresidenta de la comisión mixta, encargada del aspecto de investigación. " Este trabajo sólo podía llevarse a cabo con nuestros colegas cameruneses ", afirma esta investigadora asociada a la Universidad de París-I Panthéon-Sorbonne. Para la ocasión, Francia abrió en gran medida sus archivos, los de la justicia militar en particular, y se facilitó el acceso en Camerún, mientras que los Archivos Nacionales de Yaundé permanecieron cerrados a los investigadores.
En total, " la acumulación de estimaciones militares oficiales permite evaluar el número de combatientes muertos entre 1956 y 1962, el periodo de mayor implicación de las tropas francesas, en unos 7 500 individuos ", pero " teniendo en cuenta el total de víctimas asciende más probablemente a varias decenas de miles de cameruneses ", escriben los investigadores.
" Un asalto a civiles desarmados "
El trabajo, según extractos del informe, " permite trazar la génesis del enfrentamiento entre las autoridades coloniales y la oposición independentista a través del prisma de la larga situación colonial (1945-1955), luego el paso de la represión política, diplomática, policial y judicial a la guerra librada por el ejército francés (1955-1960), cuya acción continúa Su acción continuó a pesar de la transición política y la independencia de Camerún (1960-1965), e incluso después, con la continuación de la ayuda francesa en el marco de la cooperación entre los dos países (1965-1971) ".
Francia se movilizó inicialmente para impedir el ascenso del partido nacionalista Unión de Poblaciones de Camerún (UPC). El partido fue disuelto en 1955, lo que llevó a sus activistas a la clandestinidad. Las autoridades francesas acabaron entonces de forma sangrienta con el maquis de la UPC. Sus miembros, entre ellos el líder independentista Ruben Um Nyobe, fueron eliminados por el ejército francés y luego, tras la independencia, por el ejército camerunés del régimen de Ahmadou Ahidjo, que llegó al poder en 1960.
La comisión examina en particular la masacre de Ekité en 1956. Al cruzar los archivos militares y los testimonios de los familiares de las víctimas, el trabajo de los historiadores permite, dicen, " deconstruir la narrativa oficial, que presenta esta violencia colectiva como un contraataque legítimo, mientras que se encuadra bajo el epígrafe de asalto a civiles desarmados ". " Esta primera fase de violencia extrema dio lugar al arraigo de la guerra, mientras las autoridades coloniales mantenían una fuerte represión judicial y política ", señala el informe.
También aborda " la política de traslado forzoso de civiles a los llamados campos de "reagrupamiento", inspirada en los métodos aplicados por el ejército francés en Camboya ", según el informe, que da cuenta detallada de una práctica plenamente aceptada por los militares como instrumento "contrarrevolucionario" destinado a romper los lazos familiares y sociales entre civiles y combatientes.
" Cartuchos incendiarios "
" Aunque escasas, las fuentes escritas u orales dan cuenta de las prácticas de tortura. Constituyen la base de la cadena de acciones que hicieron posibles las operaciones específicas llevadas a cabo en el marco de la guerra "contrarrevolucionaria" : acciones de "vigilancia" y operaciones sobre el terreno llevadas a cabo en pequeñas unidades mediante, a veces, "barridos" masivos" ", señalan los historiadores miembros de la comisión mixta. Según sus investigaciones, varios oficiales franceses enviados a Camerún habían vivido antes la guerra de Indochina y la de Argelia.
" El estudio de los informes procedentes del ejército del aire confirma que no se utilizó napalm en Camerún, pero sí cartuchos incendiarios, particularmente devastadores, (...)utilizados, sobre todo en abril-mayo de 1960. Causaron destrozos y la quema de cabañas, sin que sea posible establecer un número exacto de muertos ", señalan de nuevo los historiadores franco-cameruneses.
La comisión reconoce haber " cuestionado el uso de la palabra "genocidio" " : " Aunque no tiene competencia jurídica para calificar estas prácticas de "genocidas", es innegable que esta violencia fue realmente extrema, ya que transgredió los derechos humanos y las leyes de la guerra ", señala el informe presentado a las autoridades camerunesas y francesas.
Queda por ver qué medidas de seguimiento tomarán París y Yaundé. El martes, Paul Biya elogió el "notable trabajo de investigación y conciliación memorial de gran importancia simbólica".
En la fotografia de cabecera: El " muro de los mártires " en el pueblo de Bahouan, (Camerún), el 25 de enero de 2025. DANIEL BELOUMOU OLOMO / AFP
.jpg)
