En un documento aprobado en Conakry por el Buró Político y firmado por su secretario general, Amílcar CabralYo, dice el PAIGC (Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde) que, "interpretando las justas aspiraciones de nuestros pueblos a la independencia nacional, a la paz, al progreso y a la colaboración pacífica con todos los pueblos, incluido el de Portugal, toma la iniciativa de proponer al Gobierno portugués que resuelva el conflicto entre nuestros pueblos por medios pacíficos, siguiendo así el ejemplo de lo que hicieron los gobiernos de otras potencias coloniales en África".
El llamamiento al gobierno portugués para que siguiera el ejemplo de las otras potencias coloniales era lógico en aquel año de 1961.
En 1960, Francia, Gran Bretaña y Bélgica habían reconocido el derecho a la independencia de Senegal, Mauritania, Côte d'Ivoire, Malí, Níger, Alto Volta (más tarde Burkina Faso), Togo, Benin, Nigeria, Chad, Camerún, Gabón, Congo, Zaire, República Centroafricana, Somalia y Madagascar. En 1961, se les unieron Tanzania y Sierra Leona, y antes, en 1958, la vecina Guinea.
Fue la culminación de un movimiento que comenzó después de la Segunda Guerra Mundial, en 1947, con la independencia de India, Pakistán y Ceilán y otros países asiáticos, como Indonesia (en 1949).
Salazar también sabía cuál había sido el resultado de las recientes guerras coloniales. En Indonesia, la intervención militar holandesa había fracasado, terminando con el reconocimiento de la independencia. Vietnam, después de la humillante derrota del ejército francés en Dien Bien Phu, proclamó la independencia en 1954.
En 1961, también estaba claro que los franceses querían acabar con la guerra colonial en Argelia (donde contaban con un contingente de 400.000 soldados). En septiembre de 1959, De Gaulle había reconocido el derecho a la autodeterminación de los argelinos, posición aprobada en referéndum el 8 de enero de 1961. En abril de 1961, en Argel, fue derrotado el golpe de los generales vinculados a la ultraderechista OAS, y las tropas del contingente se mantuvieron leales a la República. El 20 de mayo comenzaron en Evian las negociaciones de paz con los independentistas del FLN, que llevarían al reconocimiento de la independencia en 1962.
Este fue el marco internacional que llevó a Amílcar Cabral y al PAIGC a ensayar el camino pacífico en el camino hacia la independencia.
La "Nota abierta al Gobierno portugués" también señala las reformas de Adriano Moreira como un elemento favorable a un cambio pacífico en el África portuguesa. El 6 de septiembre de 1961Ii, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores revocó el Estatuto del Indígena, permitiendo (aunque con muchas restricciones) el acceso de los africanos a la ciudadanía portuguesa.
La "Nota" del PAIGC afirma que "el gobierno portugués ha anunciado que pondrá en marcha algunas reformas en sus colonias en África. En virtud de estas reformas, toda la población de Guinea se considerará civilizada. Esto significa que alrededor del 99,7% de la población africana de nuestro país disfrutará, en principio, de los derechos de ciudadanía que siempre les han sido negados por el gobierno portugués". Para Amílcar Cabral, el resultado natural de la atribución de derechos de ciudadanía sería el reconocimiento del derecho a la autodeterminación (con una consulta por voto libre, como había ocurrido recientemente en las colonias africanas francesas o inglesas). Pronto quedaría claro que las reformas no avanzarían en esta dirección. Rápidamente, cualquier camino hacia el cambio sería sofocado por los intereses coloniales instalados.
Este no fue el primer documento enviado al gobierno portugués solicitando negociaciones. El 15 de noviembre de 1960 se había enviado un "Memorándum del PAIGC al Gobierno portugués"Iii, señalando que en el "deseo de preservar las posibilidades de una colaboración fructífera con el pueblo portugués, los pueblos de Guinea y Cabo Verde y el PAIGC acogerían con beneplácito la solución del conflicto que los opone al gobierno portugués, a través de la negociación".
El "Memorándum" presenta propuestas para la implementación de un proceso pacífico de descolonización:
- el reconocimiento del derecho a la libre determinación;
- amnistía para todos los presos políticos;
- la libertad política, de reunión, de asociación y de prensa;
- la libertad de fundar partidos políticos y sindicatos;
- el derecho al voto para todos;
- la elección por sufragio universal de una Cámara de Representantes que pueda proclamar la independencia y se transforme en un Parlamento, del que dependerá el gobierno.
En el documento de 1961, el PAIGC reitera las propuestas contenidas en el Memorándum de 1960. La "Nota abierta al Gobierno portugués" propone "la aceptación inmediata, ante la opinión pública mundial y ante la ONU, del principio de autodeterminación de nuestros pueblos y la celebración, a finales de este año, de una conferencia entre representantes del Gobierno portugués y representantes de los nacionalistas de Guinea y Cabo Verde, con el siguiente orden del día:
- la libre determinación y la independencia nacional de los pueblos de Guinea y Cabo Verde
- colaboración entre el pueblo portugués y los pueblos de Guinea y Cabo Verde".
Al no tener grandes expectativas sobre el éxito de la solicitud de negociaciones, el documento advierte que "si el gobierno portugués insiste en no reconsiderar su posición -que desprecia los intereses de nuestros pueblos y es contraria a los intereses del pueblo portugués- ninguna fuerza podrá impedir que nuestro partido cumpla su misión histórica: la del desarrollo de nuestra lucha de liberación nacional".
Las cartas estaban sobre la mesa.
La posición, moderada y firme, lleva la marca de Amílcar Cabral. Nacido en Guinea, hijo de padres caboverdianos (su padre era maestro de primaria y había asistido al seminario de Viseu), a los 21 años comenzó a estudiar en el Instituto Superior de Agronomía de Lisboa. Se involucró en actividades culturales y políticas en la Casa dos Estudantes do Império y en la Juventud de la MUD (Movimiento de Unidad Democrática) de la oposición antifascista portuguesa. Ingeniero agrónomo, trabaja en la Estación Agronómica Nacional y luego se va a Guinea donde realiza el censo agropecuario. En Bissau es destituido por el gobernador debido a "actividades subversivas". A partir de entonces, fue el principal impulsor de la lucha anticolonial en Guinea y Cabo Verde, estando en el origen de la creación del PAIGC y de su líder hasta que fue asesinado en 1973. De una estatura personal y política igual o superior a la de líderes como Senghor de Senegal o Sekou Touré de Guinea-Conakry, con los que Francia negoció la independencia, fue sin duda la figura con la que Portugal debería haber negociado la descolonización de Guinea y Cabo Verde, antes del estallido de la guerra.
Sin embargo, como era de esperarse, la respuesta de Salazar fue ignorar por completo las propuestas de Amílcar Cabral.
La decisión de Salazar se tomó en aquel "annus horribilis" de 1961, que comenzó con el caso del transatlántico Santa María, el inicio de la guerra en Angola en febrero y terminó con la pérdida de la India y el "golpe de Beja", en diciembre.
Dos razones principales llevaron al rechazo de las negociaciones y a la opción de Salazar por la guerra.
La defensa de los intereses de los grandes grupos económicos, estrechamente ligados a la dictadura que protegía la exclusividad de sus negocios que se verían comprometidos con la independencia. En el caso de Guinea, el CUF, a través de "Casa Gouveia", controlaba la economía del territorio. Como señalan Aniceto Afonso y Carlos Matos Gomes,Iv, "esta guerra solo podía interesar a CUF y fue por esta empresa que Salazar decidió, con la guerra de Guinea, Salazar una vez más optó por defender los intereses de los grandes grupos".
La esencia misma de la dictadura estaría en juego si se reconocieran las libertades democráticas en las colonias. Cómo organizar elecciones democráticas o referendos que conduzcan a un proceso de descolonización pacífico, si tales libertades no son reconocidas en el Portugal europeo. Con la dictadura, la única solución era continuar la guerra para siempre.
Los que culpan a la Revolución de Abril de los problemas de la independencia, olvidan deliberadamente que la descolonización de los territorios portugueses en África debería haberse producido, como hicieron las otras potencias coloniales, a finales de los años cincuenta o principios de los sesenta, y no en 1974-75, después de 14 años de guerra.
La guerra colonial y sus miles de muertos habrían sido evitados, reemplazados por la cooperación pacífica con los nuevos países de habla portuguesa que sólo la Revolución del 25 de abril permitió.
i "Nota abierta al Gobierno portugués", aprobada en Conakry el 13 de octubre de 1961 por el Buró Político del PAIGC (Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde) y firmada por su secretario general, Amílcar Cabral.
ii Decreto-Ley Nº 43893 de 6 de septiembre de 1961.
iii "Memorándum del PAIGC al Gobierno portugués", aprobado en la sede del PAIGC, en Guinea, el 15 de noviembre de 1960 y, en Conakry, el 1 de diciembre de 1960 y firmado por su secretario general, Amílcar Cabral.
IvAfonso, Aniceto; Gomes, Carlos Matos, Guerra Colonial, Porto, Porto Editora, 2020, p.123
Amílcar Cabral propõe negociações. Salazar opta pela guerra | Esquerda
A: En este mes de septiembre se han cumplido cien años del nacimiento de Amilcar Cabral. Cabral era, en mi opinión, uno de los dirigentes independentistas con un pensamiento más amplio, más elaborado, más radical de entre todos los que acompañaron un periodo decisivo para sus pueblos: el de la consecución de las independencias. Para celebrar este centenario vamos a publicar un dossier amplio que tomamos de la revista portuguesa Esquerda y que ha preparado Daniel Moura Borges. No publicaremos el dossier íntegro y tampoco respetaremos su orden, esperamos, sin embargo, permitir un aproximación rigurosa y verdadera a una figura política que, los que dábamos nuestros primeros pasos de la lucha anticolonial, seguimos y discutimos tanto.