Los representantes de las administraciones rivales de Libia, devastada por la guerra, han firmado el jueves un acuerdo para nombrar un nuevo gobernador para el asediado banco central que podría restaurar la producción de petróleo económicamente vital.
En su primera cumbre, celebrada el sábado en Niamey, los regímenes militares de estos tres países confirmaron su ruptura con el resto del bloque de África Occidental.