Entre amenazas apenas veladas de la nueva administración estadounidense y la última actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales del Fondo Monetario Internacional (FMI), los países del continente se encuentran bajo el fuego de varias amenazas. La principal es la que supone para las economías de renta baja la subida de los tipos de interés que quiere introducir Donald Trump. El otro está relacionado con la actual fortaleza del dólar. Por ello, la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, insiste en la necesidad de reformas estructurales, la única manera, en su opinión, de salir de forma sostenible del ciclo de elevado endeudamiento y bajo crecimiento en el que se hunden muchos países africanos.
Gran parte del mundo se queda atrás
Aunque compensa la ralentización del crecimiento en el resto del mundo, el auge de la economía estadounidense podría encarecer los préstamos para los países de renta baja, advierte el FMI en sus Perspectivas de la economía mundial. Por su parte, se espera que el crecimiento en África se acelere ligeramente, pasando del 3,8% en 2024 al 4,2% en 2025 y 2026.
La divergencia en las trayectorias de crecimiento entre Estados Unidos y el resto del mundo puede explicarse en gran medida por las diferencias en el crecimiento de la productividad, explica el director del FMI. Mientras los trabajadores estadounidenses aprovechan la tecnología para crear cada vez más riqueza, gran parte del resto del mundo se queda atrás. "En Estados Unidos, el crecimiento de la productividad es muy impresionante, y esa es la principal razón por la que la economía estadounidense va tan bien", explicó. Así que la pregunta es: ¿cómo pueden los países adoptar las reformas que pueden impulsar el crecimiento de la productividad? ¿Cómo pueden ponerse en situación de aprovechar la innovación, transformarla en oportunidades de negocio y, a continuación, garantizar que las empresas crezcan y creen empleo de forma que contribuyan a mejorar las condiciones de vida?
El endeudamiento por sí solo no ayudará a los países africanos a salir de la pobreza. La única salida es el crecimiento.
Kristalina GeorgievaDirectora Gerente del FMI
La propia Kristalina Georgieva responde a estas preguntas subrayando el hecho de no apostarlo todo a " un impulso a corto plazo de estímulos monetarios o fiscales. Sino más bien en reformas de gran calado que permitan asignar recursos a las empresas con mejores resultados".
Advierte de que el FMI hablará mucho más de estrategias para revitalizar el crecimiento durante el próximo año, ya que es la única forma de que los países de África y de otros lugares salgan de la trampa de la deuda elevada y el bajo crecimiento. "El endeudamiento por sí solo no ayudará a los países africanos a salir de ella. Sólo pueden salir de ella a través del crecimiento ", remachó.
A merced de cualquier nuevo choque
Sin embargo, el continente sigue siendo muy vulnerable a las presiones externas, ya sean tensiones geopolíticas, catástrofes naturales o una guerra comercial entre Estados Unidos y China. " Los países de renta baja, a pesar de todos sus esfuerzos, se encuentran en una posición en la que cualquier nuevo shock puede afectarles muy negativamente ", cree Kristalina Georgieva.
Pero gracias a sus positivas perspectivas de crecimiento, África tiene la oportunidad de controlar su deuda, insiste. Aunque lanza una nota de cautela ante la oleada de revueltas contra los poderes fácticos que ha visto a la oposición tomar o compartir el poder en Botsuana, Ghana, Senegal y Sudáfrica, y que podría dificultar la aprobación de reformas impopulares.
"En 2025, la mayoría de los países seguirán enfrentándose al legado del elevado endeudamiento durante el periodo Covid-19 y durante las crisis de los precios de la energía y los alimentos", añade Kristalina Georgieva. Deben proseguir la consolidación fiscal para volver a situar la deuda pública en una senda sostenible y recuperar margen de maniobra para hacer frente a futuras perturbaciones. Pueden hacerlo gradualmente. En la mayoría de los casos, pueden hacerlo al tiempo que protegen sus perspectivas de crecimiento. Pero está resultando muy difícil conseguir los efectos rápidos de la política fiscal, dado el sentimiento de la opinión pública.
Debilitamiento de la confianza
De las perspectivas revisadas por el FMI para 30 países seleccionados que representan alrededor del 83 % de la economía mundial, Egipto ha sufrido la mayor rebaja, con la excepción de Arabia Saudí. Las previsiones de crecimiento para el país norteafricano son ahora del 3,6% este año y del 4,1% el próximo, lo que supone un descenso de 0,5 puntos porcentuales para 2025 y de un punto porcentual para 2026 con respecto a octubre.
Las previsiones para los otros dos países africanos de la lista de perspectivas, la Nigeria y Sudáfrica, se mantienen prácticamente sin cambios desde octubre : Se prevé que la economía de Nigeria crezca un 3,2 % este año y un 3,0% en 2026, y la de Sudáfrica un 1,5 % y un 1,6 %.
Observamos un debilitamiento de la confianza en un contexto de restricciones y escasez de divisas", señala Deniz Igan, jefe de la División de Estudios Económicos Mundiales del FMI. Dicho esto, esperamos que la recuperación se confirme."
En la fotografia de cabecera: La Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en la reunión de otoño del FMI y el Banco Mundial, celebrada en Washington el 25 de octubre de 2024. © Kaylee Greenlee Beal/REUTERS
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