No se cree que haya más mineros ilegales atrapados bajo tierra en una mina de oro de Sudáfrica, según han declarado los voluntarios que trabajan con los equipos de rescate.
Al menos 78 cadáveres y más de 200 supervivientes han sido extraídos desde el lunes, después de que un tribunal ordenara al gobierno que facilitara las operaciones de rescate en la mina, escenario de una de las tragedias más extraordinarias que ha afectado al sector.
La policía dijo que comprobaría que no quedaba nadie el jueves, cuando se enviaría una jaula de rescate a la mina.
El enfrentamiento comenzó en noviembre, cuando el gobierno ordenó a la policía detener a cualquier minero que apareciera, afirmando que estaba decidido a acabar con la minería ilegal.
Durante una visita el martes, la policía y los ministros de minas fueron insultados y conminados a marcharse por una multitud enfurecida que culpaba al gobierno de las muertes.
La policía dijo que más de 1.500 mineros habían salido a la superficie antes de que comenzara la operación de rescate, informa la agencia de noticias Reuters.
Sin embargo, otros permanecieron bajo tierra, bien porque temían ser detenidos, bien porque se vieron obligados a permanecer allí por las bandas que controlan la mina.
Un portavoz del Servicio de Policía sudafricano declaró, en relación con la declaración de los voluntarios, que ya no quedaba nadie bajo tierra: Confiaremos en que el Servicio de Salvamento Minero lo confirme con sus equipos de última generación, que esperamos puedan darnos una imagen de lo que está ocurriendo bajo tierra".
"El Servicio de Salvamento Minero ha confirmado que enviará la jaula bajo tierra por la mañana para ver si algún minero ilegal sale a la superficie con la jaula. No podemos asegurar que la operación se haya suspendido por el momento."
Muchas minas de Sudáfrica han sido abandonadas en las últimas tres décadas por empresas que no las consideraron económicamente viables.
Las minas han sido tomadas por bandas, a menudo antiguos empleados, que venden los minerales que encuentran en el mercado negro.
Esto incluye la mina de Stilfontein, a unos 145 km al suroeste de la mayor ciudad del país, Johannesburgo, que ha sido el centro de los esfuerzos del gobierno para acabar con la industria ilegal.
Una jaula de rescate ha estado descendiendo por un pozo para llegar hasta decenas de mineros que se cree que se encuentran al menos a 2 km bajo tierra.
Muchos de los supervivientes llevaban sin comer ni beber desde noviembre, lo que les había dejado demacrados. Ahora reciben atención médica.
Las autoridades afirman que se les acusará de minería ilegal, allanamiento de morada y contravención de las leyes de inmigración, ya que la mayoría de los mineros son inmigrantes indocumentados procedentes de países vecinos.
"Es un crimen contra la economía, un ataque a la economía", declaró el miércoles el ministro de Minas, Gwede Mantashe, al defender la línea dura adoptada contra los mineros.
Sudáfrica dependía en gran medida de mineros de países como Lesoto y Mozambique antes de que la industria entrara en declive.
El desempleo en Sudáfrica supera actualmente el 30% y muchos antiguos mineros afirman no tener muchas fuentes de ingresos alternativas.
No more miners trapped at Stilfontein mine in South Africa, rescue volunteers say
En la fotografia de cabecera: Los mineros rescatados han sido llevados a revisión médica
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