La seguridad en África, una prioridad creciente de China para salvaguardar sus intereses comerciales. Morgane Le Cam, Le Monde. 5 de septiembre 2024

9/7/24
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Política
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Los rivales de Pekín están preocupados por la ofensiva discreta y de bajo perfil de China en África, mientras se celebra del 4 al 6 de septiembre el Foro de Cooperación China-África (Focac), una importante reunión trianual con los países del continente africano. «China busca activamente establecer una base naval en la costa atlántica de África», se preocupa un funcionario del Departamento de Defensa estadounidense contactado por Le Monde. En marzo de 2022, el general Stephen J. Townsend, entonces jefe del Mando de África estadounidense, ya había manifestado su alarma al respecto, situando el bloqueo de este proyecto como la «máxima prioridad» de Estados Unidos en el Golfo de Guinea.

Esta base permitiría a Pekín estacionar buques de guerra en estas costas del Atlántico frente a la costa estadounidense. «Es en Guinea Ecuatorial donde tienen la palanca más poderosa», subrayó el oficial. Inaugurado en 2019, financiado y construido por el Estado chino, el puerto de aguas profundas de Bata podría desempeñar este papel.

Para China, el establecimiento de una base naval de este tipo tiene una importancia geopolítica y económica: le permitiría garantizar la seguridad, y por tanto la continuidad, de sus crecientes intereses comerciales en la región. A escala continental, esta doble motivación explica que el primer socio económico de África invierta en un sector en el que apenas estaba presente hace diez años: la seguridad.

Este compromiso viene motivado por la iniciativa de las «Nuevas Rutas de la Seda» lanzada por el presidente Xi Jinping cuando llegó al poder en 2013. China ha comenzado a tejer una red de rutas comerciales por todo el mundo para unir su territorio con Europa. Las costas del Cuerno de África forman uno de los corredores de tráfico de los portacontenedores chinos y, para garantizar la seguridad de sus buques acosados por la piratería, China estableció en 2017 su primera base militar africana en Yibuti.

Aunque sus ambiciones militares en el continente se revelaron entonces, Pekín buscaba sobre todo presentarse como un pacificador en África. Desde principios de la década de 2000, China ha intensificado su presencia en las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU. En marzo de 2024, el 75% de los pacificadores chinos desplegados en el mundo estaban en África, es decir, unas 1.400 personas repartidas en las cinco misiones de la ONU que operan actualmente en el continente. Pekín espera así beneficiarse de la reserva de voces de los países africanos en la ONU.

Secuestro en Níger

Al mismo tiempo, China desarrolla sus empresas militares privadas. Al menos una docena de ellas operan en África, entre ellas VSS Security y DeWe Security en Sudán y Sudán del Sur, y Hua Xin Zhong Security Service en Etiopía y Kenia. Su principal objetivo es proteger al creciente número de empleados chinos que trabajan en grandes proyectos de infraestructuras, minería y petróleo. «Dada la doctrina militar china de no injerencia, la externalización de la seguridad de sus inversiones en el extranjero se ha convertido gradualmente en una necesidad», señala Akram Kharief, fundador del sitio web Menadefense.

Para Pekín, proteger a sus trabajadores, que se han convertido en blanco de ataques de grupos armados, tanto rebeldes como terroristas, es una cuestión urgente. En junio de 2021, dos empleados de la empresa minera china Comeren fueron secuestrados en Níger, a unos sesenta kilómetros al oeste de la capital, Niamey, una zona plagada de conflictos yihadistas. Finalmente fueron liberados tras nueve meses de cautiverio. Pero China sigue preocupada por la seguridad de sus empleados.

Empezando por los de la China National Petroleum Corporation (CNPC) que, en el este de Níger, trabajaban en la construcción de un oleoducto que une los pozos nigerinos con el puerto beninés de Sèmè-Kpodji. "Los chinos no confiaban en la empresa de seguridad privada nigerina encargada de proporcionarles seguridad, así que subrecticiamente trajeron a sus hombres, de G4S China, sin informar al gobierno, en 2022. Cuando descubrimos el engaño a finales de año, les echamos», afirma una fuente oficial nigerina.

Mientras que G4S China, que en su página web ofrece «servicios integrados de seguridad» y «consultoría de riesgos» en 22 países africanos, ha tenido que abandonar Níger, CNPC se ha quedado. Inaugurado en marzo, el oleoducto no está operativo, sin embargo, porque su producción ha sido cortada por la junta en el poder desde julio de 2023, con el telón de fondo de una crisis diplomática con Benín.

Pero la inestabilidad política y de seguridad en África rara vez ha llevado a China a reducir sus ambiciones. Incluso ha aprovechado la situación para impulsar su industria armamentística. Con el 19% del volumen total de entregas de armas al continente entre 2019 y 2023, Pekín se ha convertido, por delante de Moscú, en el primer proveedor de material militar de África, según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz.

La venta de armas se ve favorecida por el creciente número de asociaciones en materia de seguridad. "Unos cuarenta países africanos han firmado un acuerdo con agencias de seguridad pública chinas (...). Desde 2018, China también ha negociado tratados de extradición con trece países africanos, frente a ninguno anteriormente», señala el investigador Paul Nantulya. En un informe publicado en junio de 2023 por el Centro de Estudios Estratégicos sobre África, señala que algunos de estos contratos también han permitido al régimen de Xi Jinping exportar su política de represión. En abril de 2016, en Kenia, «cuarenta y cuatro ciudadanos taiwaneses fueron detenidos por los servicios de seguridad kenianos en un vuelo con destino a China», detalla.

Espionaje a la Unión Africana

Nairobi es también uno de los primeros beneficiarios de otro aspecto de la estrategia de seguridad de Pekín en África: la formación de las fuerzas de seguridad locales en una veintena de academias en China. Más de dos mil africanos participan cada año en estos cursos de formación dirigidos por el Partido Comunista Chino (PCCh), como parte de lo que denomina «trabajo político militar».

Fiel a su doctrina de que el partido debe controlar las armas para garantizar la continuidad del régimen, el PCCh transmite su ideología y sus métodos de control a los participantes africanos, según el Sr. Nantulya.

En un continente donde el autoritarismo está en alza gracias a la proliferación de golpes de Estado, «precipitados por la percepción entre ciertos oficiales de que eran actores políticos por derecho propio... los peligros de reforzar este modelo son evidentes», analiza el investigador.

La vigilancia es uno de los elementos clave. Pero en África, Pekín ha ejercido a veces este poder en detrimento de las autoridades, a través de la construcción de edificios oficiales por empresas chinas. Joshua Meservey, investigador del Instituto Hudson de Estados Unidos, ha identificado más de 260 edificios de este tipo en cuarenta países africanos. En 2018, Le Monde reveló que la sede de la Unión Africana (UA) en Addis Abeba, la capital etíope, construida por una empresa china, había sido manipulada con micrófonos y herramientas de ciberespionaje instaladas por el gigante chino Huawei.

El escándalo no ha impedido que la UA vuelva a confiar a Pekín la construcción de la sede del CDC, su agencia sanitaria. Las obras comenzaron en Addis Abeba a finales de 2020. "La sede manejará probablemente un tesoro de datos genómicos de toda África. China la construyó en parte para poder acceder a estos datos», afirma Meservey. En su opinión, la construcción por parte de Huawei de centros de datos oficiales en Kenia y Camerún debería ser motivo de preocupación.

Morgane Le Cam

https://www.lemonde.fr/afrique/article/2024/09/05/la-securite-priorite-croissante-de-pekin-en-afrique_6304630_3212.html

En la fotografía de cabecera: Xue Bing (centro), enviado especial de China al Cuerno de África, y Redwan Hussein, asesor de Seguridad Nacional del primer ministro etíope, en la primera Conferencia China-Cuerno de África para la Paz, la Gobernanza y el Desarrollo, en Addis Abeba, 20 de junio de 2022. AMANUEL SILESHI / AFP