Como miles de personas que viven a orillas del río Logone, Pierre Fissou, asesor pedagógico de la delegación departamental de Mayo Danay para la educación básica en la ciudad de Yagoua (Camerún), conoce los peligros de cruzar de un lado a otro la frontera natural.
"Voy a menudo al otro lado, a Bongot, para pasear y ver a la gente. Somos hermanos de los chadianos. Hay una frontera natural entre nosotros. Pero ha causado muchos riesgos y a veces tragedias", afirmó.
Durante años, Pierre utilizó una canoa, con motor o remos, para cruzar, con el peligro constante de volcar. A veces había un transbordador, pero a menudo estaba fuera de servicio. Recuerda momentos en que la gente no tenía más remedio que nadar, a riesgo de ahogarse en las aguas crecidas o ser atacados por hipopótamos.
"Había demasiados peligros. Pasaron cosas malas y la gente perdió la vida, entre ellos algunas personas cercanas a mí", recuerda con tristeza.
Pierre ha cruzado recientemente por primera vez el nuevo puente en una visita autorizada a Chad. Describe la experiencia como "increíble".
"La travesía que antes duraba 45 minutos o una hora tardó sólo unos instantes. Era como si viviéramos en el mismo pedazo de tierra".
Para Pierre y para miles de residentes en ambas orillas del río, el nuevo puente es más que una infraestructura: es un sueño hecho realidad, una reconexión de dos grupos de personas que siempre se han considerado una sola familia.
Un ambicioso proyecto de integración regional
El puente de Logone, construido gracias al apoyo financiero del Banco Africano de Desarrollo, el Fondo Africano de Desarrollo, la Unión Europea, el gobierno camerunés y el trabajo conjunto de los gobiernos de Camerún y Chad, es una inversión estratégica de más de 578 millones de euros. El puente, cuya construcción ha durado cinco años, pone fin a los peligros y limitaciones de los antiguos medios de transporte, abriendo una nueva era para el comercio transfronterizo.
Al conectar la ciudad de Yagoua, en el extremo norte de Camerún, con Bongor, una ciudad del sur de Chad, el puente contribuye de forma importante a la integración regional, que es uno de los objetivos prioritarios de la estrategia decenal 2024-2033 del Banco Africano de Desarrollo.
De visita en el puente el 27 de noviembre de este año, el Director Gerente del Banco para África Central, Serge N'Guessan, saludó el proyecto como "un modelo de cooperación regional y un motor de transformación económica para África Central".
El puente permite la circulación de personas y el transporte de mercancías, reduciendo los costes logísticos y aumentando las oportunidades de negocio. Los productores agrícolas y los comerciantes de ambos lados del río ya están viendo los beneficios económicos: "Ahora podremos llegar a nuevos mercados, sin arriesgar nuestras vidas ni nuestras mercancías", afirma Fatimé Mahamat, una comerciante que piensa aprovechar al máximo las nuevas oportunidades que ofrece el puente.
El puente sobre el Logone ya está dejando su impronta como pilar del desarrollo y la unidad. Para los residentes locales como Pierre, el puente es sobre todo un símbolo de seguridad y una forma de unir a la gente.
"Todos esperamos con impaciencia la inauguración oficial: las celebraciones de ese día serán dignas de ver", dice con una sonrisa.
Este nuevo enlace de transporte entre dos países vecinos de África Central demuestra que un África integrada y próspera está al alcance de la mano, a pesar de todos los retos. Lo que Pierre, Fatimé y sus conciudadanos han recibido es algo más que un puente sobre un río: es un puente hacia un futuro mejor.
En la fotografia de cabecera; El puente sobre el río Logone, construido con el apoyo del Grupo del Banco Africano de Desarrollo y otros socios, une a dos pueblos y refuerza la integración african