Se ha abierto la caja de Pandora. En los últimos días han aparecido en las redes sociales cientos de vídeos sexuales publicados desde Guinea Ecuatorial. En ellas, un hombre se escenifica sexualmente con mujeres, en lo que parece ser su propio despacho, a veces con la bandera de Guinea Ecuatorial de fondo. Se llama Baltasar Ebang Engonga, pero en Malabo todos le llaman Bello.
Inicialmente, los movimientos sospechosos de fondos
¿Quién es? Baltasar Ebang Engonga es uno de los hijos de Baltasar Engonga Edjo'o, presidente de la comisión de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (Cemac) y sobrino del presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. Director de la administración fiscal, Bello es por tanto él mismo un destacado miembro del serrallo y de la familia gobernante.
"Es uno de los hombres más poderosos del país, a quien la familia ha confiado la gestión de los fondos y la administración fiscal", explica un informante de Malabo. Pero Baltasar Ebang Engonga acabó llamando la atención, sobre todo tras realizar transferencias sospechosas desde cuentas públicas de Guinea Ecuatorial a otras, privadas, en las Islas Caimán.
En octubre se abrió una investigación para esclarecer estos movimientos de dinero público, por iniciativa del vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue, conocido como Teodorín. Este último también vio en ello una oportunidad para debilitar al hijo de Baltasar Engonga Edjo'o, considerado en su día como uno de sus rivales, con vistas a suceder a Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
Interrogado y luego detenido en la prisión de Black Beach, a Bello le confiscaron los teléfonos y los ordenadores, lo que dio lugar al descubrimiento de más de 400 vídeos sexuales, que luego se filtraron convenientemente en las redes sociales. Además, ahora se le " acusa " de haber sido portador del VIH/sida y de haber contaminado a algunas de sus parejas ecuatoguineanas, pero también camerunesas.
Cientos de protagonistas
Mientras las redes sociales centroafricanas hacen su agosto con el asunto, éste podría tener enormes repercusiones políticas en Malabo y la subregión. Baltasar Engonga Edjo'o, el padre del afectado, lo tendrá sin duda muy difícil para salir indemne del terremoto, que Teodorín pretende utilizar en su beneficio.
El asunto podría llegar incluso hasta París, a Unesco, donde la hermana de Bello, Marisa Nlang Engonga Esono, trabaja actualmente en la delegación permanente para Guinea Ecuatorial. Y entre los protagonistas -a los que Baltasar Ebang Engonga habría entregado dinero a cambio de actos sexuales filmados- se encontraba la esposa del temido supervisor de seguridad presidencial, Jesús Edu Moto Mangue.
Una íntima del poderoso ministro de Seguridad Pública, Nicolás Obama Nchama, aparece también nombrada, junto con la hija de uno de los principales dignatarios del gobernante Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) y la esposa del ministro Antonio Oburu Ondo. Desde que estalló el asunto, Teodoro Nguema Obiang Mangue ha convocado una reunión de crisis con algunos de los implicados.
"Se trata de cientos de mujeres, algunas vinculadas a la familia Obiang y al gobierno. El vicepresidente va a aprovechar la ocasión para limpiar la casa, sobre todo porque Bello y su padre podrían aparecer como rivales ", analiza nuestra fuente. " Las relaciones sexuales están prohibidas en los despachos ", declaró Teodoro Nguema Obiang Mangue, anunciando su intención de tomar medidas enérgicas. Sin embargo, pronto podría golpear mucho más fuerte.
Sextapes et argent public : les Obiang pris dans l’ouragan Bello - Jeune Afrique
En la fotografía de cabecera: Baltasar Ebang Engonga, conocido como Bello, jefe de la administración fiscal de Guinea Ecuatorial. RD
A: Con independencia de las risotadas que pueda producir este asunto "de faldas" podemos estar ante una de las primeras "depuraciones" (purgas) de la epoca de Teodorin. La situación tiene algunas de las características (simpleza y brutalidad) del nuevo sátrapa. Además, chirria mucho ver a un personaje como Teodorin participante de algunas de las tramas eroticas más caras, exclusivas y repulsivas de la ultima década oficiando de moralizador en este asunto "de Estado". Mathieu Oliver termina su artículo anunciando golpes "mucho más fuertes"... Esperemos.