Rusia está redibujando el equilibrio internacional a través de su expansión en África. Margarita Arredondas. Atalayar. 25 de abril de 2025.

4/28/25
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Política
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Aprovechando la atención internacional centrada en Ucrania y Oriente Medio, Rusia sigue ampliando su influencia en varias partes de África. Aprovechando el vacío estratégico dejado por la retirada de los países europeos, y gracias a las alianzas de seguridad y a su presencia militar, Moscú está redefiniendo el equilibrio regional en el Sahel y África Occidental, transformando el continente en un nuevo teatro donde las potencias mundiales compiten por el poder y la influencia.

En la estrategia de Rusia para controlar regiones clave como el Sahel, la guerra en Ucrania desempeña un papel fundamental a la hora de servir de distracción. Así, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intentaba llegar a un acuerdo con su homólogo ruso, Vladimir Putin, sobre el conflicto, Moscú optó por retrasar cualquier resolución, ganando tiempo para consolidar su influencia en otras regiones africanas.

Así, mientras Washington sigue centrado en Europa del Este, Moscú está ampliando su influencia a la costa atlántica africana con el objetivo de establecer bases militares y firmar acuerdos de defensa, consolidando así su presencia en el continente.

En este sentido, la analista política Zeinab Riboua advierte en un análisis publicado en National Interest que si la administración Trump no actúa para frenar esta expansión, el Kremlin podría consolidar un nuevo punto de apoyo estratégico en el flanco sur de la OTAN.

Además, Rusia no es la única potencia que intenta expandirse en el continente africano. Otros países como China, Turquía y la República Islámica de Irán también se están beneficiando de la retirada occidental al Sahel, especialmente tras la expulsión de las fuerzas francesas de países como Malí y Burkina Faso.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el presidente interino de Burkina Faso, Ibrahim Traore, se reúnen después de la cumbre Rusia-África en San Petersburgo, Rusia, el 29 de julio de 2023 - PHOTO/ Alexander Ryumin/TASS Host Photo Agency vía REUTERS
El presidente ruso, Vladimir Putin, estrecha la mano del presidente maliense, Assimi Goita, durante una reunión tras la cumbre Rusia-África en San Petersburgo, Rusia, el 29 de julio de 2023 - TASS/MIKHAIL METZEL via REUTERS

Ambos países, al igual que Níger, están gobernados actualmente por juntas militares cercanas a Moscú. Los nuevos gobernantes del Sahel llegaron al poder tras golpes de Estado, en un contexto marcado por el auge del terrorismo yihadista y la incapacidad de las autoridades para frenar esta amenaza.

Aprovechando esta situación y apoyándose en la seguridad y la lucha contra el terrorismo, Moscú está consolidando su posición en el continente. De hecho, Rusia ya se ha convertido en el mayor proveedor de armas de África, representando el 40% de sus importaciones totales de armas. Además, en la cumbre África-Rusia celebrada en Sochi el pasado mes de noviembre, el Presidente Putin reiteró su compromiso de "prestar pleno apoyo a nuestros amigos africanos".

Sin embargo, como señala Riboua, Rusia no está sola en esta estrategia, ya que coordina sus acciones con China e Irán, "formando un eje estratégico que busca desafiar la hegemonía occidental en tierra, mar y aire".

Los jefes de estado de Malis Assimi Goita, el general nigerino Abdourahamane Tiani y el capitán de Burkina Faso Ibrahim Traore posan para fotografías durante la primera cumbre ordinaria de jefes de estado y de gobierno de la Alianza de Estados del Sahel (AES) en Niamey, Níger - REUTERS/ MAHAMADOU HAMIDOU
La primera cumbre ordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza de Estados del Sahel (AES) en Niamey, Níger - REUTERS/ MAHAMADOU HAMIDOU

Riboua también señala que la creciente presencia de Moscú en Burkina Faso, Malí y Níger, así como la creación en 2023 de la Alianza de Estados del Sahel, reflejan una estrategia clara por parte del Kremlin. "Entre 2020 y 2023, los regímenes militares respaldados por Rusia tomaron el poder a través de golpes de Estado en estos países, cortando los lazos con sus antiguos aliados occidentales, como Francia y Estados Unidos", explica.

Siguiendo las recomendaciones de Moscú, estos gobiernos han reforzado su cooperación en materia de seguridad con la creación de una fuerza conjunta de 5.000 soldados de Níger, Burkina Faso y Malí. Este despliegue consolida la influencia rusa en el Sahel al tiempo que debilita la presencia occidental en la región.

En este contexto, Moscú desempeñó un papel clave en la realización de campañas propagandísticas basadas en un discurso anticolonialista, con el objetivo de avivar el sentimiento francófobo en toda la región, lo que contribuyó a la expulsión de las tropas francesas en varios países.

Los manifestantes se reúnen en apoyo de los soldados golpistas en la capital Niamey, Níger 30 de julio de 2023. Los carteles dicen: Larga vida a Níger, larga vida a Rusia, Francia debe irseREUTERS/ BALIMA BOUREIMA
Manifestantes se reúnen en apoyo a los golpistas en Niamey, Níger - REUTERS/ BALIMA BOUREIMA

Por ejemplo, las fuerzas respaldadas por Rusia reemplazaron a las tropas francesas en el marco de la Operación Barkhane, la misión militar francesa en el Sahel para luchar contra el terrorismo, que finalizó en diciembre de 2022 tras un deterioro gradual de las relaciones diplomáticas entre París y los nuevos gobiernos surgidos de golpes de Estado.

Al mismo tiempo, a medida que las crisis diplomáticas empeoraban y las tropas francesas abandonaban la región, el Grupo Wagner, la pieza central de la estrategia rusa, se convirtió en un actor militar clave en el Sahel. Con este apoyo, Moscú está transformando el panorama de seguridad africano, proporcionando protección militar y cobertura diplomática a los regímenes aliados y garantizando su lealtad a largo plazo.

Sin embargo, los mercenarios del Grupo Wagner han sido acusados de violaciones de los derechos humanos contra la población civil, lo que ha facilitado el reclutamiento por parte de grupos yihadistas entre la población local.

Esta fotografía sin fecha distribuida por el ejército francés muestra a tres mercenarios rusos, a la derecha, en el norte de Mali. Rusia ha participado en operaciones militares discretas en al menos media docena de países de África en los últimos cinco años utilizando una fuerza mercenaria - AP/ EJÉRCITO FRANCÉS
Esta foto distribuida por el ejército francés muestra a tres mercenarios rusos en el norte de Malí - AP/EJÉRCITO FRANCÉS

Human Rights Watch (HRW) denunció en el verano de 2023 que mercenarios rusos y las fuerzas armadas malienses habían "ejecutado sumariamente y desaparecido forzosamente a varias decenas de civiles" desde diciembre de 2022. HRW también afirma que Wagner saqueó propiedades civiles y presuntamente torturó a detenidos en campamentos militares.

Además de su papel militar, se dice que el grupo ruso creado por Yevgeny Prigozhin ha amasado una fortuna colosal protegiendo a los regímenes de la región a cambio del control de las minas de oro. De hecho, una de las principales razones del gran interés de Rusia y otros países como China en el Sahel radica en sus abundantes recursos naturales, especialmente minerales, como el oro, el uranio, el litio, el hierro y otros metales preciosos.

Mientras que Moscú utiliza el llamado "poder duro", Pekín tiende a recurrir a inversiones y proyectos de infraestructura en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta para asegurar acuerdos mineros y comerciales.

<p>El presidente de China, Xi Jinping, posa para una fotografía grupal con líderes de naciones africanas antes de una cena de recepción durante el Foro de Cooperación China-África (FOCAC) en el Gran Salón del Pueblo en Pekín el 4 de septiembre de 2024 - AFP/KEN ISHILL </p>
El presidente chino, Xi Jinping, con líderes de países africanos antes de una cena de recepción en el Foro de Cooperación China-África (FOCAC) - AFP/KEN ISHILL

Además de su evidente interés en el Sahel, Moscú también está extendiendo esta estrategia más allá de la región, a la costa atlántica africana. Sus acciones en África Occidental y África Subsahariana están directamente relacionadas con su objetivo de contrarrestar la presión occidental tras la invasión de Ucrania. Al abrir nuevos frentes de influencia, busca desestabilizar regiones históricamente bajo control europeo y americano.

Como parte de esta táctica, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, visitó Mauritania en febrero de 2023. Riboua señala que, si bien el gobierno mauritano reafirmó su compromiso con el derecho internacional en ese momento, también expresó su "comprensión" de las preocupaciones de seguridad rusas, lo que demuestra que la narrativa de Moscú está ganando terreno en el continente.

Esto se ha manifestado en las numerosas resoluciones de la ONU sobre la guerra en Ucrania, donde una parte importante de los países africanos ha adoptado una posición más ambigua o alejada de las posiciones occidentales y, en varios casos, más cercana a Rusia, mostrando una mayor afinidad o comprensión hacia Moscú que hacia Occidente.

<p>El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y su homólogo sudanés, Ali Yousuf Al-Sharif, se dan la mano durante una conferencia de prensa tras sus conversaciones en Moscú, Rusia, el 12 de febrero de 2025 - REUTERS/ MAXIM SHEMETOV</p>
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y su homólogo sudanés, Ali Yousuf Al-Sharif - REUTERS/ MAXIM SHEMETOV

Además de Mauritania, Rusia también está interesada en Guinea Ecuatorial, donde Riboua cree haber adoptado un enfoque aún más directo. Moscú habría desplegado unos 200 soldados para proteger el régimen del presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, repitiendo su estrategia habitual de ofrecer seguridad a cambio de influencia geopolítica.

Con su riqueza petrolera y su posición estratégica en el Golfo de Guinea, este país, históricamente dominado por las potencias occidentales, representa una plataforma ideal para proyectar su poder.

Según Riboua, esta expansión beneficia a Rusia en tres frentes. En primer lugar, la zona de influencia rusa, que ahora incluye Malí, Burkina Faso y Níger, forma una barrera geopolítica que obliga a países como Chad, Benín, Ghana y Costa de Marfil, aliados tradicionales de Occidente, a replantearse sus alianzas.

<p>El presidente Donald Trump  - AP/CHARLIE NEIBERGALL </p>
Presidente Donald Trump - AP/CHARLIE NEIBERGALL

En segundo lugar, la exclusión de la Unión Africana y la CEDEAO por parte de la Alianza del Sahel reduce la capacidad de estos bloques para coordinar respuestas regionales, promoviendo así el predominio ruso. "Al erosionar estos marcos, Moscú se asegura de que cualquier respuesta a la inestabilidad sea en sus propios términos", dijo el analista.

Por otro lado, al dificultar la operación de las fuerzas de la OTAN y de Estados Unidos en el Sahel, Rusia está impulsando las operaciones antiterroristas hacia los Estados costeros vulnerables, complicando el intercambio de inteligencia y reduciendo la capacidad de acción de Occidente. Según Riboua, "este es el tipo de campo de batalla en el que Rusia prospera, donde las intervenciones occidentales son lentas, mientras Moscú se presenta como el nuevo garante de la seguridad".

El objetivo final de Rusia es claro: lograr y consolidar su presencia en la costa atlántica africana. Aunque aún no se ha anunciado oficialmente la construcción de una base naval rusa en la región, los crecientes lazos con Guinea, Mauritania y Guinea Ecuatorial sugieren que es solo cuestión de tiempo.

Una captura de pantalla de un video distribuido muestra a personas que los rebeldes tuareg dicen que son mercenarios rusos de Wagner con soldados de Mali en el noreste de Mali, cerca de Aguelhok, Mali, julio de 2024 - PHOTO/  Coordinación de Movimientos Azawad vía REUTERS
Wagner Mercenarios rusos y soldados malienses en el noreste de Malí, cerca de Aguelhok, Malí, julio de 2024 - PHOTO/ Coordinación de movimientos de Azawad vía REUTERS

El verdadero peligro no reside solo en la presencia militar de Rusia, sino también en su capacidad de iniciativa y en la pérdida de margen de maniobra de Occidente, cuyas herramientas tradicionales de influencia parecen ser cada vez menos eficaces. Por el contrario, Rusia se está moviendo rápidamente, aprovechando las crisis como oportunidades y posicionándose para imponer sus condiciones en lugar de negociarlas.

Por otro lado, Moscú también está apostando por el poder blando, abriendo centros culturales y educativos en África y ofreciendo becas a estudiantes del continente con el objetivo de construir una base de apoyo popular y formar a una nueva élite africana leal a sus intereses, imitando así la estrategia utilizada anteriormente por China

Además, Riboua advierte de que este cambio fortalece el bloque estratégico de Rusia: "Irán se aseguró el uranio nigeriano tras un golpe de Estado respaldado por el Kremlin, mientras que China está ampliando su dominio a medida que Moscú erosiona la influencia occidental". "Juntos, Moscú, Teherán y Pekín están forjando un eje que desafía directamente los intereses estadounidenses en todo el mundo", agregó.

Desde la época colonial hasta la Guerra Fría, África ha sido escenario de rivalidades entre grandes potencias. Hoy, Rusia regresa al continente con un enfoque menos ideológico y más pragmático, apoyándose en armamento y empresas como Wagner, con el objetivo de recuperar y ampliar la influencia que tuvo en la era soviética, adaptándola a las dinámicas actuales. "Cuando Occidente reaccione, es posible que el equilibrio de poder ya haya cambiado", concluye Riboua.

La Russie redessine l'équilibre international à travers son expansion en Afrique

En la fotografia de cabecera: El presidente ruso, Vladimir Putin, estrecha la mano del presidente maliense, Assimi Goita, durante una reunión tras la cumbre Rusia-África en San Petersburgo, Rusia, el 29 de julio de 2023 - TASS/MIKHAIL METZEL via REUTERS