La escuela de samba Beija-Flor ganó el miércoles el Carnaval de Río 2015 con un argumento polémico porque exaltaba a la pequeña Guinea Ecuatorial..
"Un griot cuenta la historia: una mirada a África y el ascenso de Guinea Ecuatorial" se financió supuestamente con una suma que oscila entre los 5 y los 10 millones de reales donados por el presidente del país africano, Teodoro Obiang Nguema, en el poder desde hace 35 años. La ONG Amnistía Internacional acusa al gobernante de violaciones de derechos humanos que van desde ejecuciones extrajudiciales y torturas hasta detenciones arbitrarias y represión violenta de protestas.
Consultada por BBC Brasil antes del desfile, Beija-Flor no confirmó las cantidades recibidas y se limitó a decir, en un comunicado, que recibió "apoyo cultural y artístico del gobierno de Guinea Ecuatorial" y que "con el fin de divulgar la trayectoria de su pueblo, Guinea Ecuatorial puso a disposición todo el aparato histórico para que la comisión de Carnaval de la asociación pudiera investigar y tener acceso a diversos aspectos de la cultura local".
El miércoles, un director artístico de la escuela afirmó que el desfile de Beija-Flor fue financiado por constructoras brasileñas que operan en Guinea Ecuatorial.
La BBC ha elaborado un perfil del país africano que ha entrado en los informativos brasileños:
La 'maldición' del petróleo
El pequeño país de África Occidental comenzó a explotar su riqueza petrolífera en 1995 y hoy se le considera víctima de un caso típico de "maldición del petróleo", o paradoja de la abundancia.
Desde mediados de los noventa, la antigua colonia española se ha convertido en uno de los mayores productores de petróleo del África subsahariana y, en 2004, tenía la economía de más rápido crecimiento del mundo.
Sin embargo, a pesar de que el país encabeza el ranking de prosperidad de África, una gran parte de su población sigue sumida en la pobreza. Según el Banco Africano de Desarrollo, los beneficios del petróleo y el gas han permitido mejorar las infraestructuras básicas en los últimos años, pero no ha habido avances significativos en las condiciones de vida de los guineoecuatorianos..
El gobierno ha aumentado el gasto en obras públicas, pero la ONU denuncia que menos de la mitad de la población tiene acceso a agua potable y casi el 10% de los niños muere antes de cumplir los cinco años.
Gobierno y derechos humanos
El país es criticado por varias organizaciones de derechos humanos, que afirman que los dos líderes posteriores a la independencia se encuentran entre los principales violadores de derechos en África.
El reinado de terror de Francisco Macías Nguema -desde la independencia en 1968 hasta su derrocamiento en 1979- obligó a huir a un tercio de la población del país. Además de ser acusado de genocidio contra la minoría étnica bubi, ordenó el asesinato de miles de presuntos opositores, cerró iglesias y gobernó en una época de colapso económico.
Su sucesor, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, tomó el poder mediante un golpe de Estado y ha mostrado poca tolerancia con la oposición durante sus tres décadas en el poder. Aunque el país es nominalmente una democracia multipartidista, las elecciones se han considerado generalmente fraudulentas.
Según Human Rights Watch, "la dictadura del presidente Obiang ha utilizado el auge del petróleo para consolidarse y enriquecerse a costa del pueblo".
Corrupción y críticas externas
La organización Transparencia Internacional situó a Guinea Ecuatorial entre los 12 países con mayor percepción de la corrupción.
En 2008, el país se convirtió en candidato a la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas -un proyecto internacional para promover la apertura de las cuentas gubernamentales en lo que respecta a los ingresos del petróleo-, pero no logró clasificarse. Desde entonces, ha intentado unirse al grupo.
En 2004, una investigación del Senado estadounidense sobre un banco local descubrió que la familia de Obiang había recibido cuantiosos pagos de petroleras estadounidenses, como Exxon Mobil y Amerada Hess.
Los observadores afirman que Estados Unidos evita criticar públicamente a Guinea Ecuatorial porque el país es un aliado en una región volátil y rica en petróleo.
En 2006, la entonces secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, elogió a Obiang como "buen amigo", a pesar de las críticas del propio Departamento de Estado a las restricciones de las libertades civiles y los derechos humanos en el país africano.
En 2010, una visita del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva a Guinea Ecuatorial también desató la polémica. En aquel momento, el entonces canciller Celso Amorim dijo que "los negocios son los negocios".
Más recientemente, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, posó para una foto oficial con Obiang en una recepción en Nueva York.
En octubre del año pasado, el hijo de Obiang, Teodorín, que es ministro, se vio obligado a renunciar a más de 30 millones de dólares en activos estadounidenses, que las autoridades alegan que fueron comprados con dinero robado.
BBC Brasil