DESTACADOS
- Los países de la Comunidad Económica y Monetaria del África Central (CEMAC) siguen afrontando los retos de un bajo crecimiento, una pobreza elevada y persistente y una fuerte dependencia de los volátiles mercados del petróleo.
- Unas políticas fiscales bien diseñadas, acompañadas de un aumento de la transformación local de la madera, pueden ayudar a construir una industria maderera sostenible, preservando al mismo tiempo la enorme riqueza natural de la cuenca del Congo.
- Una industria maderera próspera creará empleo y mejorará el nivel de vida, al tiempo que reforzará la contribución del sector forestal a las economías nacionales y a los ingresos públicos.
BANGUI, BRAZAVILLE, LIBREVILLE, MALABO, N'DJAMENA, YAOUNDÉ, 20 de diciembre de 2024 - El Banco Mundial lanza hoy la 7e edición del Barómetro Económico de la CEMAC, un informe bianual que examina la situación económica reciente en la región de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC), que comprende seis países : Camerún, República Centroafricana, Chad, Guinea Ecuatorial, Gabón y República del Congo. Esta edición incluye un tema especial sobre políticas fiscales para afrontar los retos del sector forestal.
He aquí algunos mensajes clave del informe:
1. Crecimiento modesto en medio de la volatilidad de los mercados de materias primas.
Se espera que los países de la región CEMAC registren un modesto crecimiento del 3,4% este año, frente al 1,8% en 2023. El ritmo de crecimiento sigue siendo desigual en toda la región. En la República Centroafricana, el estancamiento económico persiste debido a la persistente escasez de combustible y a los frecuentes cortes de electricidad en 2024, con un crecimiento previsto de sólo el 0,7%. En Guinea Ecuatorial, en cambio, la recuperación del sector petrolero debería impulsar el crecimiento hasta el 4,7% este año.
A pesar del crecimiento moderado y el descenso de la inflación, la pobreza sigue siendo elevada y va en aumento en todos los países de la CEMAC. Alrededor del 33% de los 61 millones de personas de la región viven en la pobreza extrema, es decir, con menos de 2,15 dólares al día (en paridad de poder adquisitivo de 2017), frente al 30,6% de hace dos años.
La región sigue dependiendo en gran medida de sus sectores extractivos, que representan alrededor del 75% de todas las exportaciones. Los recursos de petróleo, gas y minería son limitados y agotables, y los precios de las materias primas son volátiles, lo que expone a las economías de la región a un alto grado de incertidumbre y vulnerabilidad. Las industrias extractivas no son intensivas en mano de obra y tienden a no crear suficientes puestos de trabajo para la joven y creciente población de la región. Ante la disminución de las reservas y los ingresos del petróleo, es imperativo que la CEMAC utilice los ingresos de los sectores extractivos para invertir en capital humano y físico con el fin de construir economías resilientes e inclusivas.
Exportaciones de la CEMAC 2023
2. El potencial sin explotar del sector forestal.
Los países de la CEMAC, así como la República Democrática del Congo (RDC), están estratégicamente situados en la cuenca del Congo, el segundo bosque tropical más extenso del mundo. Sin embargo, en toda la región, la contribución del sector forestal a la economía y a los presupuestos nacionales se ha mantenido estancada y por debajo de su potencial. Camerún y Gabón son los principales exportadores de productos forestales de la región. Aunque Gabón ha conseguido aumentar sus exportaciones de productos madereros transformados combinando la prohibición de exportar troncos con incentivos para la producción local de madera, la industria maderera no ha conseguido ascender en la cadena de valor. Casi la mitad de las exportaciones de productos madereros de la región son troncos, lo que crea menos puestos de trabajo locales y genera menos ingresos.
Valor de las exportaciones de productos madereros primarios (izquierda) y secundarios (derecha) (millones de dólares), 2022
La contribución del sector forestal a los ingresos públicos es modesta en todos los países de la CEMAC. En la CEMAC, la fiscalidad forestal se basa principalmente en tres instrumentos principales: el impuesto de superficie o canon, el impuesto de tala y el impuesto de salida. Debido a la tala ilegal, la corrupción, un amplio sector informal y la escasez de ingresos causada por el uso excesivo de incentivos fiscales, una proporción significativa de los ingresos forestales potenciales no se recoge en los presupuestos nacionales. Por término medio, los ingresos forestales representarán alrededor del 1% de los ingresos fiscales totales y el 0,2% del PIB en los países de la cuenca del Congo en 2022.
Ingresos forestales por hectárea
3. Afrontar los retos de la deforestación
Junto con la RDC, los países de la CEMAC son los guardianes de los bosques de la cuenca del Congo, hogar de una rica biodiversidad y del mayor sumidero de carbono del mundo, esencial para la resiliencia climática y la biodiversidad. En el conjunto de la CEMAC, la deforestación se ha mantenido moderada en la última década. Sin embargo, los bosques de la cuenca del Congo están sometidos a una gran presión por la tala ilegal y las prácticas insostenibles, sobre todo en la RDC, Camerún, Guinea Ecuatorial y la República Centroafricana.
La industria maderera ofrece así la oportunidad de sustituir parcialmente al sector petrolero como uno de los principales motores de la economía. Sin embargo, los países de la cuenca del Congo se enfrentan a la difícil disyuntiva de preservar los bosques o emprender actividades económicas que pueden obstaculizar su sostenibilidad. La región recibe menos ayuda financiera para el cambio climático que otras regiones muy boscosas, lo que dificulta aún más los esfuerzos de conservación.
Tasa de deforestación en los países de la cuenca del Congo, en porcentaje de la superficie forestal
4. Fomento de la silvicultura sostenible.
Existen oportunidades para aumentar los ingresos públicos y promover la producción sostenible de madera mediante reformas fiscales. Una opción es calibrar los tipos impositivos en función del impacto medioambiental de las actividades de la industria maderera, para animar a las empresas a adoptar prácticas sostenibles. Además, las subvenciones pueden destinarse a prácticas agrícolas y forestales sostenibles, mientras que las desgravaciones fiscales pueden apoyar la certificación forestal y la agrosilvicultura. Es importante que la fiscalidad forestal esté cuidadosamente equilibrada con las consideraciones fiscales, económicas, sociales y medioambientales en general.
Sin embargo, estas estrategias deben formar parte de un planteamiento más global. Un marco de gobernanza sólido será esencial no sólo para la aplicación eficaz de las políticas fiscales, sino también para fomentar la colaboración y la transparencia necesarias para una gestión forestal sostenible. Además, el refuerzo de la cooperación regional a través de la armonización normativa, la mejora de la aplicación de la ley y una mejor alineación de las políticas forestales permitirá a los países de la cuenca del Congo estar mejor equipados para hacer frente a los retos transfronterizos, crear capacidad institucional y atraer más financiación internacional.
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