"El Tribunal investigará y enjuiciará a los autores de graves violaciones de los derechos humanos y crímenes internacionales cometidos bajo el régimen anterior, desde julio de 1994 hasta enero de 2017", dijo el Jefe de Estado en su discurso.
Explicó que esta iniciativa "pretende garantizar que se haga justicia a las víctimas y supervivientes de las violaciones de los derechos humanos cometidas durante este periodo", así como enviar un "firme mensaje" de que "no se tolerará la impunidad en nuestras costas".
"Al abordar estas graves violaciones, el Tribunal contribuirá a restablecer la confianza en las instituciones públicas y a reforzar el Estado de derecho en el país", subrayó.
Barrow también señaló que "este paso forma parte del proceso más amplio de justicia transicional de Gambia, cuyo objetivo es reparar las injusticias del pasado, promover la sanación de la sociedad y fomentar la paz a largo plazo".
Además, el Jefe de Estado afirmó que la creación de este tribunal refleja los esfuerzos que está realizando el gobierno gambiano para consolidar la rendición de cuentas, la justicia y la reconciliación, abordar los agravios individuales y colectivos y contribuir a un entorno justo y democrático para todos.
La creación de un tribunal de este tipo lleva mucho tiempo siendo reclamada no sólo por las víctimas de las atrocidades del régimen de Jammeh, sino también por los defensores de los derechos humanos. Tras veintidós años al frente de su país y su derrota en las elecciones presidenciales de diciembre de 2016, el ex jefe de Estado gambiano se había refugiado en Guinea Ecuatorial, donde aún reside.