El presidente francés, Emmanuel Macron, ha ido un paso más que el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, en 2022 al proclamar este martes que el plan de autonomía de Marruecos es “la única base” para una solución al conflicto del Sáhara Occidental. En un comunicado difundido por el Gabinete real en Rabat se reproduce una carta del mandatario galo al rey Mohamed VI —publicada también por El Elíseo en París—, en la que declara que Francia considera que “el presente y el futuro del Sáhara Occidental se inscriben en el marco de la soberanía de Marruecos”.
Macron se ha dirigido al rey de Marruecos en plena Fiesta del Trono marroquí, en la que se celebra el 25º aniversario de la llegada al poder del monarca de la dinastía alauí, para reafirmarle la permanencia “intangible de la posición francesa en favor de la seguridad nacional marroquí (…) tanto en el plano nacional como en el internacional”, en una clara referencia a la condición de su país como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y Estado central de la UE.
Francia había apoyado desde 2007 el plan de autonomía marroquí para el Sáhara, como “una solución [entre otras] al conflicto”, pero Marruecos le ha reclamado en los últimos tiempos adoptar la fórmula expresada en 2022 por el presidente del Gobierno español, también en una carta dirigida al rey Mohamed VI, de presentar de forma inequívoca la propuesta de Rabat como “la base más seria, realista y creíble para resolver este contencioso”.
Macron ha ido más allá que Sánchez, al recuperar la doctrina de Nicolas Sarkozy, cuya presidencia entre 2007 y 2012 intensificó el alineamiento diplomático entre Francia y Marruecos, de considerar que el plan de autonomía es la única propuesta que hay sobre la mesa de negociación sobre el Sáhara Occidental. El actual presidente francés mantiene, no obstante, la cautela de recordar que el conflicto de la antigua colonia española debe resolverse mediante “una solución política justa, duradera y negociada conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad”. También excede en su misiva los límites de la declaración española de 2022 al anunciar que “Francia acompañará a Marruecos” en el desarrollo económico del Sáhara Occidental, en alusión a la presencia de empresas francesas en ese territorio, considerado por la ONU como “no autónomo” o pendiente de descolonización.
La carta de Macron a Mohamed VI tiene como fundamento principal una realpolitk de “consenso internacional cada vez más amplio” en favor de la tesis de “autonomía bajo soberanía marroquí” para el Sáhara. Asume de este modo el vuelco dado por Estados Unidos en diciembre de 2020, en las semanas finales de la presidencia del republicano Donald Trump, al reconocer la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española. “Francia”, asegura el presidente francés, “pone todo por su parte” para alcanzar una solución al conflicto, en particular a través de la mediación del enviado de la ONU, Staffan de Mistura, y aboga por “un proceso de integración regional” en el Magreb, que favorezca la cooperación, la estabilidad y la prosperidad. “Animo a todas la partes implicadas a reunirse para alcanzar una solución política, que está al alcance de la mano”, enfatiza el mandatario galo en la misiva.
Represalia de Argel
En una primera medida, Argelia ha retirado este martes “con efecto inmediato” a su embajador en París, informa la agencia Efe, en la misma línea que la represalia adoptada hace dos años con España tras el giro dado en favor de Marruecos. En una inusual medida preventiva, el Gobierno de Argelia ya desveló el jueves que Francia se disponía a dar “apoyo explícito al plan de autonomía para el territorio del Sáhara Occidental dentro de la supuesta soberanía de Marruecos” y advirtió en un comunicado oficial al Gobierno francés de que “deberá afrontar las consecuencias de la decisión”.
Argel, que rompió relaciones diplomáticas con Marruecos en 2021, respalda la postura del Frente Polisario, que defiende la celebración de un referéndum de autodeterminación para alcanzar la independencia. Desde 1975, cuando España abandonó su antigua colonia del Sáhara Occidental y cedió el control del territorio a las autoridades marroquíes, la dirección del movimiento independentista recibe asilo junto a decenas de miles de refugiados en Tinduf (suroeste de Argelia).
El Frente Polisario ha anunciado a su vez que seguirá luchando por la independencia “por todos los medios legítimos”. Su representante en la ONU, Sidi Mohamed Omar, ha advertido a París de que su nueva postura es contraria al derecho internacional. Al apoyar “la ocupación ilegal, [Francia] se ha excluido de los esfuerzos internacionales para descolonizar el Sáhara Occidental”, ha sentenciado en declaraciones a Efe.
París parecía haber advertido a Argel con tiempo de sus intenciones sobre el Sáhara Occidental con la previsible intención de evitar sufrir las mismas consecuencias que España, pero la comunicación diplomática previa no parece haber surtido efecto. Las relaciones comerciales hispano-argelinas quedaron congeladas desde 2022 (salvo en la exportación de gas natural hacia España), tras la suspensión del Tratado de Amistad entre ambos países. Las exportaciones españolas a Argelia se desplomaron. En 2023 rondaron los 300 millones de euros, frente a los 2.900 millones de 2019, antes de la pandemia.
La carta dirigida por Macron a Mohamed VI viene a sellar además el reencuentro entre los dos países al término de una de las mayores crisis bilaterales en tiempos recientes. España, mientras tanto, atraviesa la etapa más fructífera de sus relaciones con Marruecos, según declaró Sánchez en febrero después de ser recibido por el soberano alauí. Tras el acercamiento diplomático de Francia a Argelia, iniciado con una visita oficial de Macron a la capital argelina en 2022, los lazos bilaterales entre Rabat y París se habían enfriado en gran medida en los dos últimos años.
El deshielo empezó recientemente con una visita de las tres hermanas del Mohamed VI al Elíseo, donde fueron invitadas en febrero por la esposa del presidente, Brigitte Macron. Poco después, el ministro de Exteriores francés, Stéphane Séjourné, viajó a la capital marroquí para reiterar el apoyo de su país al plan de autonomía para el Sáhara, para “hacerlo avanzar” al tratarse de un asunto “de importancia existencial para Marruecos”.
En la fotografia de cabecera: Combatientes saharauis de los campamentos de Tinduf (Argelia), junto a la berma que separa el Sáhara Occidental anexionado por Marruecos de la zona controlada por el Frente Polisario.Óscar Corral