Al menos doce soldados nigerinos han muerto y más de treinta resultaron heridos durante dos ataques distintos y por la explosión de una mina artesanal entre el domingo 15 de septiembre y el martes 17 de septiembre, ha informado el ejército el miércoles 18 de septiembre en la televisión nacional.
El domingo, en la región de Tillabéri, a unos cien kilómetros al noroeste de la capital Niamey, cinco soldados murieron y otros veinticinco resultaron heridos en sus posiciones por "una horda de criminales que llegaron por centenares", según expresión del ejército que afirma haber enviado en respuesta refuerzos terrestres y aéreos que permitieron matar a "más de un centenar de terroristas", sin dar más detalles sobre la identidad de los atacantes.
El lunes, en la región de Diffa, víctima de ataques de Boko Haram y de la rama “África Occidental” del grupo Estado Islámico, una patrulla “fue víctima de un incidente relacionado con un artefacto explosivo improvisado que provocó la muerte de cinco valientes soldados”. " Un ataque quirúrgico" aéreo, según el ejército, permitió "matar a varios terroristas" responsables del incidente y "destruir las canoas y los equipos".
Un ataque reivindicado
El martes, en la región de Agadez, en el extremo norte del país, otro ataque tuvo como objetivo un “campamento militar y el puesto de gendarmería de Chirfa”. Dos militares murieron y otros seis resultaron heridos “cuando intentaban controlar a un vehículo atacante”, detalló el “boletín de actividades operativas” difundido por Télé Sahel. Precisó que “se lanzó inmediatamente una operación de persecución para localizar a los atacantes que huían y se dirigían hacia la frontera con Libia”.
Este ataque fue reivindicado por un nuevo grupo armado, el Movimiento Patriótico por la Libertad y la Justicia (MPLJ), que afirma haber matado a catorce soldados y dos gendarmes, y perdido a dos de sus combatientes. El MPLJ, creado a principios de agosto, es una escisión del Frente Patriótico para la Liberación (FPL), un movimiento rebelde que lucha por la liberación del presidente nigerino Mohamed Bazoum, derrocado y detenido por los militares tras un golpe de estado en julio de 2023, los golpistas justificaron su golpe por el deterioro de la situación de seguridad. Sin embargo, los ataques continúan: y según la organización Acled, que enumera las víctimas de los conflictos en todo el mundo, unos 1.500 civiles y soldados han muerto en ataques yihadistas durante el año pasado, frente a 650 entre julio de 2022 y 2023.
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