Se trata del ataque más mortífero contra el ejército beninés desde que los grupos yihadistas del Sahel comenzaron a atacar su territorio. El miércoles 8 de enero, al menos 28 soldados fueron asesinados en el norte del país. " El ataque tuvo lugar hacia las siete de la tarde en el "punto triple", la zona fronteriza entre Benín, Níger y Burkina, explicó una fuente militar que pidió el anonimato. Ocurrió en el interior del parque W, a unos sesenta kilómetros de la posición que yo ocupaba. Murieron unos treinta de nuestros hombres", declaró, añadiendo que unos 70 de los atacantes también murieron en los combates.
En una carta enviada al día siguiente a las fuerzas de defensa y seguridad, retransmitida por varios medios de comunicación benineses, el coronel Faïzou Gomina, jefe del Estado Mayor de la Guardia Nacional, expresó sus condolencias y reconoció " una pérdida muy pesada. " " Hemos recibido un golpe muy duro pero no vamos a doblegarnos ", añadió. El atentado fue reivindicado el viernes por el Groupe de soutien à l'islam et aux musulmans (GSIM), el movimiento de Al Qaeda en el Sahel. Sus enfrentamientos con el ejército beninés son recurrentes en el Parc du W, una reserva natural de unos 10 000 km² que debe su nombre a los meandros dibujados por el río Níger y se extiende por territorio de Benín, Níger y Burkina Faso.
La región fronteriza con Burkina Faso es el foco de la mayoría de las ofensivas yihadistas. Está formada por densos bosques y atravesada por innumerables pistas que les permiten esconderse y desplazarse discretamente de un país a otro para abastecerse de diversos tipos de tráfico (oro, ganado, armas, etc.), incluso hasta el oeste de Ghana y Togo. Las conexiones van aún más lejos. " Cada vez hay más pruebas de que los conflictos en la región del lago Chad y el Sahel central se conectan de formas cada vez más complejas a lo largo de las fronteras entre Nigeria y Benín ", explica Kars De Bruijne, investigador de conflictos del Instituto de Relaciones Internacionales de Clingendael (Países Bajos).
Tres soldados muertos en diciembre
Algunas katibas (brigadas) yihadistas han hecho del Parc du W su base de retaguardia. En diciembre de 2024, tres soldados benineses murieron y otros cuatro resultaron heridos en un ataque anterior. Seis meses antes, otras siete personas murieron en el Parque Nacional de Pendjari, más al oeste. Los guardabosques de Afrikan Parks, una ONG sudafricana que gestiona la reserva desde 2020, también han pagado un alto precio : ocho de ellos fueron asesinados en febrero de 2022. " Las amenazas que recibimos son constantes. Pero esta vez, el número de víctimas es muy elevado y esto provoca inquietud en nuestras filas ", sufre la citada fuente militar.
En Banikoara, localidad situada al borde del Parque del Oeste, " la vida sigue a pesar de esta triste noticia ", asegura Alou Toko N'Douro, teniente de alcalde. " Benín se esfuerza mucho por asegurar sus fronteras. Vemos constantemente camiones militares que atraviesan la ciudad camino del Parque del W, explica. Pero la única forma de combatir eficazmente los atentados terroristas en la zona del "triple punto" sería una perfecta cooperación entre las fuerzas de seguridad de los países fronterizos. Debemos conseguir aunar nuestros esfuerzos".
Sin embargo, las relaciones entre Benín y el vecino Níger son tensas desde el golpe de Estado del general Abdourahamane Tiani en Niamey, en julio de 2023. En una entrevista difundida el 25 de diciembre por la televisión pública, Tiani volvió a acusar a Benín de servir de base de retaguardia a los terroristas y de querer desestabilizar su país. Y a pesar de varias mediaciones, la frontera entre los dos países sigue cerrada.
Ayuda militar estadounidense y europea
En los últimos meses, con el apoyo de sus socios estadounidenses y franceses, el ejército beninés ha reforzado sus medios y adquirido nuevos equipos, entre ellos helicópteros y una docena de vehículos blindados de transporte de tropas. La Unión Europea (UE) también ha contribuido a este esfuerzo, liberando 47 millones de euros para la compra de nuevos equipos militares.
" La posición atacada el miércoles era una de las más fuertes y militarizadas de la Operación Mirador [lanzada en 2022 para combatir a los grupos yihadistas]. Esto es una prueba de que el equipamiento por sí solo no basta para ganar un combate ", recordaba sin embargo el coronel Faïzou Gomina en su carta.
Desde enero de 2022, unos 3.000 soldados están desplegados en el norte de Benín para asegurar sus fronteras septentrionales. Se espera que en los próximos meses se les unan 5 000 reclutas, de entre 18 y 30 años y procedentes en su mayoría de Atakora y Alibori, dos departamentos muy expuestos a la amenaza yihadista.
En la fotografia de cabecera: Un guardia en el Parque Nacional de W, a orillas del río Níger, en el norte de Benín, en febrero de 2010. STAFF PHOTOGRAPHER / REUTERS
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