Jartum, 24 jun (EFE).- El Ejército de Sudán anunció este lunes que sus soldados lograron repeler un ataque a gran escala del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en una estratégica zona montañosa del sureste del país, donde también se encuentra una importante fábrica de azúcar utilizada por los militares.
La televisión oficial sudanesa informó de que los uniformados repelieron el ataque de las FAR contra el monte Moya, en el estado de Sennar, mientras que también retomaron el control de la fábrica de azúcar y otras aldeas adyacentes que estaban en manos de los paramilitares.
Tras horas de intensos combates, el Ejército retomó el control de toda la zona del monte Moya, que según una fuente militar anónima citada por la cadena fue tomada anteriormente por mercenarios extranjeros afiliados a las FAR, que deslizó que podrían ser procedentes de Sudán del Sur al lindar con el estado de Sennar.
Añadió que el Ejército capturó a más de 700 mercenarios extranjeros y confiscó alrededor de 70 de sus vehículos de combate.
Desde que en diciembre las FAR tomaran el control de gran parte del estado de Al Yazira, al sur de Jartum, los paramilitares han expandido su presencia hacia el sur para dominar el estado de Sennar, donde las Fuerzas Armadas están movilizando un gran número de soldados.
Tanto el monte Moya como la fábrica de azúcar están situadas a unos 40 kilómetros al norte de la ciudad de Sennar, una importante base de operaciones del Ejército en el sur de Sudán.
Además, la cadena montañosa conecta el centro del país con el oeste y el este, respectivamente, lo que convierte la zona en una importante ruta de transporte de suministros y de personas.
En este sentido, los militares y organizaciones vecinales han alertado de que las FAR están desplegando a un gran número de efectivos con la intención de atacar Sennar y cortar la carretera que lo une con el estado de Nilo Blanco para así aislar la región de Kordofán y el este de Sudán, el principal bastión del Ejército.
Según diferentes estimaciones, la guerra en Sudán ha dejado entre 30.000 y 150.000 muertos y ha provocado el desplazamiento interno y exterior de más de 10 millones de personas, lo que convierte al país africano en el escenario de la peor crisis de desplazamiento del planeta. EFE
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