Dossier Senegal: Sonko denuncia el silencio de Francia y de Europa cuando se reprimía a su movimiento. Senegal y Nigeria se comprometen a defender la democracia constitucional. Lecciones de las elecciones en Senegal

5/20/24
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Política
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En Senegal, el nuevo Primer Ministro Ousmane Sonko participó por primera vez en un acto público desde que su movimiento llegó al poder hace seis semanas: en la Universidad de Dakar, celebró una conferencia el jueves 16 de mayo con el opositor de izquierda radical francés Jean -Luc Mélenchon. La oportunidad para que el Primer Ministro detalle su hoja de ruta política ante un anfiteatro abarrotado.

El primer ministro senegalés, Ousmane Sonko, habla durante una conferencia con Jean-Luc Mélenchon, político francés y líder del partido de izquierda La France Insoumise, en la Universidad Cheikh Anta Diop, en Dakar, Senegal, el 16 de mayo de 2024. © Ngouda Dione / Reuters

Con nuestra corresponsal en Dakar, Léa Lisa Westerhoff

El anfiteatro de 1.200 asientos estaba lleno y emocionado. Cuando finalmente llegó el primer ministro Ousmane Sonko, se produjo una explosión de alegría. "  Nunca lo he visto cara a cara, sólo lo veo por televisión y me sorprende su confianza", se alegra Mohamed Abdul Wahab Ba, un estudiante de filosofía de 22 años. También me hace querer estudiar y ser líder.  »

En esta primera aparición pública , ante un público conquistado, Ousmane Sonko despliega los temas que le son más queridos: la soberanía, la afirmación de una identidad y una independencia renovada. Vestido con un banmana acabado, un traje maliense, también ha aprovechado la ocasión para criticar la falta de apoyo a su partido por parte de ciertos países, como Francia.

“  Digo esto porque, durante todo el período de persecución extremadamente violenta contra todo un movimiento político en Senegal, que ha causado y provocado la muerte de más de sesenta personas, miles de heridos y más de 1.000 detenidos políticos, nunca se ha oído al  gobierno francés denunciar lo que sucede en Senegal , señaló, ante la aclamación general . Nunca habéis oído a la Unión Europea denunciar lo que está sucediendo en Senegal.  »

Para Abdullaye Ly, estudiante de ciencias que espera con impaciencia la liberación del franco CFA, debemos abrir un nuevo capítulo. “Europa debe saber que África ha cambiado realmente, sus jóvenes están dispuestos a comprometerse con el desarrollo de su continente (…) Queremos cambiar el sistema  ”, añade quien describe al primer ministro y fundador de Pastef, Ousmane Sonko, “  profesor político ” y “  pequeño Sankara ”.

Salida del franco CFA , pero también trató la reapropiación de los recursos naturales y el fin de las bases militares extranjeras en Senegal: durante más de una hora, Ousmane Sonko aprovechó este escenario para pronunciar un auténtico discurso de política general.

Vista de la multitud de estudiantes que se preparan para asistir a una conferencia con Jean-Luc Mélenchon, político francés y líder del partido de izquierda La France Insoumise, y el primer ministro senegalés Ousmane Sonko en la Universidad Cheikh Anta Diop, en Dakar, Senegal, mayo 16, 2024.
Vista de la multitud de estudiantes que se preparan para asistir a una conferencia con Jean-Luc Mélenchon, político francés y líder del partido de izquierda La France Insoumise, y el primer ministro senegalés Ousmane Sonko en la Universidad Cheikh Anta Diop, en Dakar, Senegal, mayo 16, 2024. © Ngouda Dione / Reuters.

Ousmane Sonko aprovechó para criticar la actitud de los europeos hacia los regímenes golpistas de Mali, Níger y Burkina Faso y denunciar el ostracismo que sufren: “  No dejaremos ir a nuestros amigos del Sahel  ”. “  Por supuesto que ha habido golpes de estado, pero me niego a estar entre los que analizan los síntomas y los que se niegan a analizar las causas reales  ”

Mientras Ousmane Sonko criticaba duramente el poder francés, Jean-Luc Mélenchon, opositor de izquierda del presidente francés Emmanuel Macron, aprovechó la oportunidad para saludar una nueva alternancia democrática que tuvo lugar en Senegal hace seis semanas.

https://www.rfi.fr/fr/afrique/20240517-s%C3%A9n%C3%A9gal-le-premier-ministre-sonko-d%C3%A9nonce-le-silence-de-la-france-pendant-la-r%C3%A9pression-de-son-mouvement?utm_campaign=dosier-viernes-17-de-mayo-de-2024&utm_medium=email&utm_source=acumbamail

Los presidentes debaten sobre democracia mientras Nigeria da la bienvenida al nuevo presidente de Senegal

Por AFP - Agencia France Presse

16 de mayo de 2024

Nigeria y Senegal han prometido promover la democracia en África Occidental el jueves cuando el nuevo presidente senegalés Bassirou Diomaye Faye realizó su primera visita oficial a Nigeria, ha manifestado la presidencia nigeriana.

África occidental ha sido testigo de una serie de golpes de estado y el presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, afirmó que Nigeria y Senegal tenían "un interés compartido en la democracia" e instó a Faye a "persuadirles para que volvieran al redil", según una declaración oficial.

Faye ha conseguido la victoria con la promesa de llevar a cabo una reforma radical convirtiéndose en el presidente más joven de la historia de Senegal, a los 44 años, en las elecciones del pasado marzo.

Se ha comprometido a romper con el establishment encarnado por su predecesor Macky Sall, quien provocó una crisis política al intentar suspender las elecciones de este año.

"La democracia constitucional es lo que Senegal ha mostrado al resto del mundo y a África. Es una alegría tenerte aquí", dijo Tinubu a Faye, según el comunicado.

"Estamos en un momento crítico en la historia de la democracia constitucional, particularmente en África occidental. Lo que ustedes han emprendido, una lucha basada en la libertad, es notable", dijo Tinubu.

Faye también destacó su voluntad de ganarse a los países en los que se han producido golpes de Estado, según la declaración de Nigeria.

Manifestó que, junto con Nigeria, esperaba convencer a los otros países de "volver y compartir nuestros valores democráticos comunes y lo que defendemos".

La presidencia nigeriana afirmó que Faye había reconocido  que el bloque de África Occidental CEDEAO, que preside Tinubu, estaba "atravesando una mala racha, pero no todo está perdido".

Ambos líderes afirmaron también  que querían abordar desafíos compartidos, incluida la trata de personas y el tráfico de migrantes, según el comunicado de Nigeria.

lcm/t

https://www.barrons.com/news/leaders-discuss-democracy-as-nigeria-welcomes-senegal-s-new-president-22474fb3?utm_campaign=dosier-viernes-17-de-mayo-de-2024&utm_medium=email&utm_source=acumbamai

Lecciones de las elecciones en Senegal.

Por Andrés Esono Ondo Okogo, Secretario General de CPDS

El día 24 de marzo, se celebraron elecciones presidenciales en Senegal, para poner fin al mandato de 11 años de Macky Sall y dar paso a un nuevo presidente. Ganó Bassirou Diomaye Faye, jurista de 44 años de edad y compañero de Ousmane Sonko en el disuelto partido PASTEF. Sonko ya había sido condenado por violación, por lo que no era elegible según las leyes del país. Así, pues, aceptó y apoyó la candidatura de Faye. Las elecciones fueron precedidas por turbulencias políticas y grandes movilizaciones sociales que causaron la muerte de varias personas, debido a los intentos de Sall de seguir la corriente de otros líderes africanos que cambiaron las Constituciones de sus países para optar a un tercer mandato que dichas constituciones prohibían. La sociedad senegalesa tiene una madurez política tan arraigada de la que carecen otros muchos países africanos, y por eso la sociedad, con los estudiantes al frente, se movilizó para abortar los intentos del presidente saliente.

Faye ha ganado las elecciones presidenciales con el 54% de los votos, gracias al apoyo de Sonko y de varios candidatos retirados y al voto masivo de los jóvenes y estudiantes, siempre protagonistas de los cambios políticos en Senegal. Y como suele ser habitual cuando se produce una gesta en algún país africano, la oposición guineana ha aplaudido con entusiasmo lo conseguido por los senegaleses.

¿Qué lecciones podemos sacar de lo sucedido en Senegal? Para responder a esta pregunta, lo primero que hay que señalar aquí es que Senegal es el país con la más larga trayectoria democrática de África junto con  Botsuana, lo cual le confiere una madurez política que se observa en todos los ámbitos de la sociedad: en la política, en el Ejército (siempre al margen de las disputas políticas), en la sociedad civil en toda su extensión, y en la judicatura. De hecho, fue el Tribunal Constitucional, independiente por cierto, el que desbarató las maniobras de Macky Sall de optar a un tercer mandato. En resumen, la cultura política de Senegal, junto con su madurez política, no puede tolerar un cambio constitucional tendente a desvirtuar la democracia o perpetuar a un presidente en el poder.

En segundo lugar, y se acaba de señalar, están los jóvenes. Senegal es un país de larga tradición intelectual favorecida no solo por los grandes padres de la Independencia, intelectuales todos y muchos de ellos panafricanistas como Sheik Anta Diop, sino por la fortaleza de sus universidades, que forman cada año a miles de estudiantes con gran capacidad de análisis y reflexión de la realidad que les ha tocado vivir, preocupados, además, por su futuro. Los estudiantes senegaleses, cuando ven su futuro en peligro, se rebelan contra el statu quo, participando y protagonizando los cambios políticos de su país; de hecho, son los que llevaron al poder a Abdulaye Wade en 2000 y al propio Macky Sall en 2012 Ahora han hecho lo propio con Faye, y si éste no responde a sus expectativas, también se levantarán contra él.

El tercer elemento es la percepción que tienen los jóvenes senegaleses, en particular, y la población, en general, de que Francia, por su “françafrique”,  es la culpable de la falta de progreso sociopolítico y el deterioro de las condiciones de vida de los ciudadanos, acusación que extienden a la comunidad internacional en general; sin embargo, no exigen a Francia y a la comunidad internacional que resuelvan sus problemas (sería paradójico), sino que se enfrentan ellos mismos a la situación.

El cuarto y decisivo factor a tener en consideración es la calidad de la clase política senegalesa, concretamente de la oposición, caracterizada por su espíritu patriótico y el altruismo político. Los senegaleses, en su mayoría, tienen bien interiorizado lo que es el interés común, lo que lleva a los opositores a aparcar a un lado sus ambiciones personales en momentos políticos críticos; es lo que ha hecho Sonko quien, consciente de que legalmente no podía ser candidato, en lugar de enzarzarse en una batalla legal y judicial que hubiese supuesto una pérdida inútil de tiempo para su partido y una victoria probable para el oficialismo, cedió el paso a su compañero Faye para que éste fuese el candidato y previsible presidente de la República. Lo mismo hicieron otros candidatos.

La pregunta que aquí se impone es la siguiente: ¿se dan en Guinea Ecuatorial los cuatro elementos analizados, a saber: madurez política, un sector estudiantil consciente de su papel, la asunción de la lucha al margen de la comunidad internacional y una oposición altruista? La respuesta es, a mi juicio, que no.

Madurez política. Para empezar, Guinea Ecuatorial carece de cultura política que haga posible la suficiente madurez necesaria para tener un comportamiento político determinado en situaciones concretas; por ejemplo, la reacción de los guineanos ante la corrupción no es la misma que la de los senegaleses. Fuimos colonizados por un país como España, en su periodo de largas y tortuosas dictaduras militares, que no nos inculcaron el espíritu asociativo como lo habían hecho otras potencias en sus colonias africanas. Cualquier tipo de asociación al margen del gobierno, era sinónima de organización política ilegal y se castigaba penalmente. La frase que repetía el general Franco a sus interlocutores, “haga como yo, es decir, no hacer política”, resume la connotación peyorativa de la política que fue inculcada a los guineanos y que perdura hasta nuestros días. Es frecuente escuchar de los guineanos expresiones como “no hablo de política”, “no soy político”, mientras se queja de algo que tiene relación con la política, pero que le afecta directamente, y todo por miedo a ser perseguido. El miedo a lo político, inoculado en los guineanos y transmitido de generación en generación, nos impide asociarnos y luchar por el interés común. Y no solo no nos asociamos en Guinea, sino que en Europa el guineano se encuentra aislado en medio de otros africanos, quienes sí están organizados en asociaciones de lucha y defensa de sus intereses comunes. De hecho, un guineano que entra legalmente en España, puede llevar diez años sin tener sus papeles en regla, mientras un gambiano, un senegalés o un marroquí que llega en patera, consigue regularizar su situación en menos tiempo gracias al apoyo de las asociaciones de sus respectivos paisanos.

El factor estudiantil y juvenil. Los primeros once años de nuestra independencia supusieron el aniquilamiento de la Educación, con el asesinato masivo de maestros, uno de los grandes activos coloniales. El régimen de Obiang, en lugar de enderezar la situación, ha quemado 45 años de su poder deteriorando paulatina y premeditadamente la enseñanza en nuestro país. La Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE), creada en 1995, es la más joven de África como primera universidad de un Estado. La UNGE, que debería ser el principal foco de descontento y movilización en favor de la libertad, es, desgraciadamente, un instrumento más que tiene el régimen para afianzar su poder, una universidad en la que todos sus rectores son militantes activos del PDGE y los profesores no siempre son seleccionados mediante criterios de cualificación académica; una universidad sin campus, ni bibliotecas, ni librerías, en la cual reina el caos y se prima la ideología de un partido político, no puede fomentar el espíritu crítico, fundamental para la ciencia y la reflexión. Los estudiantes de la UNGE no pueden organizarse en asociaciones ni tener representación en el órgano que gobierna su universidad ni, mucho menos, manifestarse ni declararse en huelga, como tampoco lo pueden hacer los demás ciudadanos guineanos. De esta manera, no podemos esperar que los jóvenes guineanos jueguen, en estos momentos, un papel como el que juegan los jóvenes senegaleses en los procesos de cambio político en su país.

El papel de la comunidad internacional. Un viejo discurso de la oposición guineana afirma que las potencias occidentales, exponentes por cierto de la comunidad internacional, como España, Francia y Estados Unidos, sostienen la dictadura de Obiang. Algunos opositores son más precisos y, con claro sesgo ideológico, señalan directamente al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), como “la élite política española que sostiene a la dictadura”, olvidando o ignorando que son dos los partidos políticos que se alternan en el poder en España desde la reinstauración de la democracia y que, hasta la fecha, ninguno de ellos ha acabado con el régimen de Obiang. Este discurso es contradictorio tanto más cuanto que, en lugar de animar al pueblo guineano a luchar por su propia libertad como lo hacen los senegaleses, los opositores guineanos se limitan a pedir a esos mismos países que les ayuden a democratizar el país. Y he aquí la gran contradicción: si Occidente defiende sus intereses económicos y geoestratégicos en Guinea Ecuatorial, como apunta la oposición y es en cierta medida cierto, ¿qué sentido tiene que exijamos a ese mismo  Occidente que nos apoye en la lucha contra la dictadura, cuando dicho apoyo iría, precisamente, en contra de sus propios intereses?

El egoísmo de la clase política guineana. He hecho referencia al altruismo de Ousmane Sonko y de otros políticos senegaleses al permitir a Faye presentarse como candidato a las presidenciales ya que él mismo no podía hacerlo por razones legales. Este gesto de altruismo político y patriótico es, hoy por hoy, impensable en la oposición guineana. Dos hechos confirman mi aseveración. En primer lugar, cada líder se considera, por encima de los demás, el más idóneo para ser el presidente de la República; por ello la nuestra es una oposición fragmentada a causa de luchas por el liderazgo, tanto dentro de los partidos mismos, como en el conjunto de la oposición. A nivel interno, hay líderes vitalicios que se ocupan más de mantenerse en el puesto que de promover la democracia interna y dar ejemplo de lo que serían capaces de hacer cuando alcanzasen el poder. A nivel de las relaciones con otros partidos, nunca se llega a un acuerdo serio ni duradero; siempre son acuerdos por intereses partidistas o personales. Cuando algún guineano, por la razón que fuera, abandona el régimen de Obiang para convertirse en opositor, en lugar de unirse a otro partido ya existente para reforzar la lucha y evitar la multiplicidad de partidos, suele fundar el suyo propio, lo cual no es del todo malo. Sin embargo, lo perjudicial empieza cuando el opositor converso cree que con él se ha inventado la rueda: no solo minimiza lo hecho con anterioridad por otros opositores, sino que se cree con el derecho a liderar a toda la oposición sin haber sido elegido para ello. Este afán de protagonismo y el egoísmo impiden la posibilidad de un acuerdo en la oposición.

En segundo lugar, en 1992, los partidos opositores de entonces crearon la Plataforma de Oposición Conjunta (POC), que ganaría las elecciones municipales de 1995, dando al pueblo esperanzas de presentar un candidato unitario para las presidenciales de 1996 y echar del poder a Obiang; sin embargo, aquello resultó una mera ilusión porque la POC fue incapaz de presentar un solo candidato. La Ley Fundamental exigía a los candidatos un arraigo de cinco años, en clara alusión a los líderes de Unión Popular y el Partido del Progreso, y en lugar de que ambos se echasen a un lado para permitir a un tercero ser el candidato unitario, decidieron romper la POC porque cada uno de ellos se consideraba el “candidato natural” de la oposición. Algo parecido se repitió en las elecciones presidenciales de 2016 cuando CI, recién legalizado, levantó muchas expectativas y arrastró a muchísimos ciudadanos ilusionados con un partido nuevo: la Junta Electoral Nacional, de forma alevosa, rechazó la candidatura de su líder, pero se le permitió poner a otro candidato en su lugar, una situación parecida a la del senegalés Sonko. Sin embargo, el líder de CI respondió que sólo él podía presentarse como candidato de su partido, y la cosa acabó como sabemos todos.

¿Qué enseñanzas podemos obtener de lo sucedido en Senegal?

Tres son las lecciones que, a mi modesto juicio, nos ha enseñado la elección de Faye como presidente de Senegal: 1) los líderes guineanos tienen que pensar más en los intereses generales que en sus ambiciones personales; 2) los jóvenes guineanos deben ser conscientes de que lo que está en juego es su futuro, y, por lo tanto, deben ser ellos uno de los actores fundamentales del cambio político que necesita nuestro país, y 3) la oposición debe aparcar el eterno victimismo que señala a Occidente como la principal causante de todos nuestros males, y centrarnos en nuestro trabajo y en nuestra propia población, a la que debemos implicar en la lucha por la libertad, concienciándole de que el cambio vendrá de los propios ciudadanos, y no del exterior ni protagonizado por un mesías. Así lo han entendido los ciudadanos senegaleses.

https://www.cpdsge.org/2024/04/01/lecciones-de-las-elecciones-en-senegal/