n Guinea Ecuatorial, los números del comercio exterior plantean preguntas tan grandes como desconcertantes. El economista Fernando Abaga Edjang no se ha quedado en silencio y ha sacado a la luz datos que parecen desafiar toda lógica. ¿Qué está ocurriendo realmente?
Entre los datos más desconcertantes están las exportaciones de oro y bauxita. Sin embargo, estos productos no figuran en las cuentas nacionales ni en el Producto Interno Bruto (PIB). ¿Dónde están los yacimientos de bauxita en Guinea Ecuatorial? Este mineral no figura entre las riquezas oficialmente reconocidas del país. A esto se suma un dato que raya lo surrealista: el país también aparece exportando medicamentos. ¡Medicamentos! En un sector que depende mayoritariamente de importaciones para cubrir sus propias necesidades.
Por si fuera poco, también se registran enormes importaciones de cobre desde Zambia. ¿Qué se hace con tanto cobre en un país sin industria metalúrgica significativa? Además, el país parece depender de Zambia también para la importación de pollos, evidenciando una dependencia alimentaria alarmante pese a sus recursos naturales desaprovechados.
Hilario Sue Alene, al comentar la publicación de Abaga Edjang, recordó los estudios realizados por el BERGEM (Francia) durante la etapa de la Autonomía. Aquellos informes identificaron indicios de bauxita y otros minerales, pero nunca se completó un análisis para determinar su viabilidad económica. Ahora, de manera inexplicable, la bauxita aparece como producto de exportación. “Sería algo así como el oro de Goro (Nniefang), que, al parecer, se comercializa en clandestinidad”, reflexionó Alene.
La respuesta de Abaga Edjang a este comentario fue breve pero contundente: “Donde me dan, ahí voy”. Estas palabras que son del dictador Teodoro Obiang, reflejan la filosófica de un gobierno donde la transparencia es un lujo inexistente. El crédito de dos mil millones de dólares concedido por China hace más de tres años, supuestamente para abrir puertas a la construcción de una base naval por parte de Rusia, parece haberse quedado en el limbo. Hoy en día, la obra no tiene continuidad.
Los datos que denuncia Abaga Edjang no solo despiertan dudas sino que también exponen una realidad que no se puede negar: los recursos del país son gestionados en la máxima opacidad y clandestinidad absoluta. Mientras tanto, las verdaderas dimensiones de estas prácticas seguirán en la sombra hasta que el régimen de Malabo actual sea historia.
Las cifras no engañan, simplemente no cuadran. Nada cuadra en Guinea Ecuatorial.
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Cuando los números no cuadran y reina la opacidad - RADIO MACUTO
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