Alrededor de 200 personas murieron y 140 resultaron heridas en la ciudad burkinesa de Barsalogho, el último de una larga serie de ataques mortales perpetrados por un grupo armado vinculado a Al Qaeda, Jama'at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM).
Entre los muertos del sábado había mujeres y niños . Barsalogho se encuentra cerca de la ciudad de Kaya, un punto estratégico en el centro-norte de Burkina Faso que alberga la última fuerza militar en pie entre los combatientes del JNIM y la capital, Uagadugú. Varios soldados están desaparecidos tras el ataque, que se llevó a cabo mientras el JNIM sigue avanzando y apoderándose de franjas de territorio en el atribulado país de África occidental.
¿Qué pasó el sábado?
El viernes, el gobierno militar de Burkina Faso ya estaba al tanto de la probabilidad de un ataque inminente, según el corresponsal de Al Jazeera, Nicolas Haque. Las autoridades pidieron entonces a la población en general que ayudara a los militares a cavar trincheras destinadas a servir de barrera protectora e impedir que los combatientes invasores entraran en la ciudad.
Según informes de prensa locales, algunas personas se habían opuesto inicialmente a la acción, temerosas de ataques de represalia por parte de grupos armados. Es habitual que los civiles sean atacados por grupos armados o militares si se percibe que están ayudando al bando contrario.
Sin embargo, la excavación de trincheras comenzó el sábado y parecía que todavía estaba en marcha cuando los combatientes descendieron y abrieron fuego.
En varios videos publicados en las redes sociales por combatientes del JNIM se ven decenas de cadáveres, en su mayoría de hombres jóvenes, tirados en las trincheras. Junto a ellos hay palas.
Según informes locales, los combatientes se apoderaron de armas y de una ambulancia militar.
Decenas de heridos fueron trasladados al Hospital Regional de Kaya. Las autoridades del hospital pidieron a médicos, enfermeras y otros trabajadores sanitarios que se ofrecieran como voluntarios para atender a los heridos.
El ministro de Comunicaciones, Rimtalba Jean Emmanuel Ouedraogo, calificó el ataque de “bárbaro”.
¿Qué es JNIM?
JNIM es uno de varios grupos armados que operan en Burkina Faso y en todo el Sahel cuyo objetivo es establecer un califato islámico y expulsar a los gobiernos influenciados por Occidente.
Las operaciones del grupo comenzaron inicialmente en Mali antes de extenderse a Burkina Faso y partes de Níger. El JNIM también ha lanzado ataques en las regiones más septentrionales de Ghana, Costa de Marfil, Benín y Togo.
Formado en 2017, el JNIM está compuesto por cuatro grupos armados: Ansar Dine, Al-Murabitun, el Frente de Liberación de Macina y el subgrupo Emirato del Sahara de Al-Qaeda en las Tierras del Magreb Islámico. Los miembros del grupo proceden de países del Sahel y del Magreb, como Marruecos. En el momento de su formación, el JNIM juró lealtad a Al-Qaeda.
Iyad Ag Ghaly, o Abu al-Fadl, combatiente maliense y fundador de Ansar Dine, es el líder conocido del JNIM. Ag Ghaly era miembro de las filas separatistas del grupo étnico tuareg en la región de Kidal, en el norte de Malí. A principios de los años 90, participó en los combates allí
La estrategia del JNIM explota las divisiones locales y sociales en los territorios que controla, apelando a grupos que se perciben marginados, como los tuareg y los fulani.
Los analistas dijeron que el JNIM también tiene como objetivo la infraestructura gubernamental, como los depósitos de agua y las plantas de energía. El grupo actúa entonces como un gobierno en esas áreas, brindando servicios a los lugareños, firmando acuerdos con los líderes locales y reclutando a miembros de esas poblaciones para aumentar sus filas.
“Se han integrado en las poblaciones locales y es difícil para los militares encontrarlos porque se mimetizan con bastante rapidez”, dijo Ulf Laessing, director del programa Sahel de la Fundación Konrad Adenauer de Alemania. “Esa es parte de la frustración del ejército de Burkina Faso, no poder luchar contra ellos”.
El grupo financia sus actividades exigiendo pagos de rescate por secuestros, cobrando impuestos a los lugareños, contrabandeando armas y extorsionando a traficantes de drogas y personas.
Otros grupos activos en el país incluyen a IS-Sahel, vinculado a ISIL (ISIS).
¿Cuándo ha llevado a cabo JNIM otros ataques?
El JNIM ha lanzado varios ataques a gran escala en Burkina Faso y Mali. Es el grupo armado más activo en el Sahel, según el sitio de seguimiento de conflictos ACLED.
Según la ACLED, entre 2017 y 2023, el JNIM fue responsable de más de la mitad de los sucesos violentos en la región, en particular debido a su mayor capacidad para utilizar bombas en las carreteras, morteros, minas terrestres y cohetes. Sus interacciones más violentas fueron con el ejército de Burkina Faso (1.762) y el ejército de Malí (945). También ataca a grupos combatientes voluntarios, así como a comunidades que considera simpatizantes del Estado.
En febrero , los combatientes del JNIM atacaron una mezquita y una iglesia en el norte de Burkina Faso, matando a decenas de fieles en las aldeas de Natiaboani y Essakane. En otro ataque contra las aldeas de Kamsilga, Soroe y Nodin, también en febrero, los combatientes del grupo mataron a más de 170 personas. Entre las víctimas había mujeres y niños.
En junio , los combatientes del JNIM afirmaron haber matado a más de 100 soldados en una base del ejército en la región norteña de Mansila, cerca de Níger. Los analistas de seguridad dijeron que fue uno de los ataques más letales contra las fuerzas gubernamentales de la historia. El JNIM también afirmó haber capturado a siete soldados y haber confiscado armas y municiones.
¿Está empeorando la seguridad en Burkina Faso?
Burkina Faso es el país más afectado por el terrorismo en el mundo en 2024, según el Índice Global de Terrorismo (GTI). El país desbancó a Afganistán e Irak por primera vez en 13 años en la clasificación del Instituto para la Economía y la Paz.
Según el GTI, en 2023, casi 2.000 personas murieron en 258 “ataques terroristas” en Burkina Faso, lo que representa una cuarta parte de todas las muertes por “terroristas” a nivel mundial y un 68 por ciento más que el año anterior. Más de dos millones de personas están desplazadas en lo que los grupos de ayuda humanitaria llaman la crisis “más olvidada” del mundo .
Los analistas de seguridad relacionaron el aumento del nivel de ataques y muertes con el menor tamaño del país y su densa población. Hay ataques de grupos armados en toda África occidental, pero Burkina Faso, con una población de 22,67 millones que vive en poco más de 275.000 kilómetros cuadrados (105.000 millas cuadradas), parece ser el más afectado. Malí, por otro lado, tiene una población de 22,45 millones de personas distribuidas en una superficie de más de 1,2 millones de kilómetros cuadrados (479.000 millas cuadradas).
“Burkina Faso es el país más pequeño (en comparación con Níger y Mali) y está muy densamente poblado… Siempre que el ejército ataca, hay muchas más víctimas civiles. Eso lo hace tan brutal”, dijo Laessing a Al Jazeera.
¿Ha conseguido algún avance el gobierno militar?
Los militares derrocaron a un gobierno civil en 2022, alegando mala gestión de la seguridad y prometiendo resolverlo rápidamente.
El gobierno militar de Burkina Faso, al igual que los nuevos líderes militares de Mali y Níger, rompió vínculos con Francia en medio de un creciente resentimiento por la influencia de Francia en África, y miles de soldados occidentales que ayudaban a mantener a raya a los grupos armados abandonaron la región.
En cambio, los gobiernos militares se han hecho amigos de Rusia, comprando armas militares y desplegando combatientes con el Grupo mercenario Wagner, ahora conocido como Cuerpo de África.
Sin embargo, el JNIM y otros grupos armados no han hecho más que apoderarse de más zonas, sobre todo en Burkina Faso. Entre el 50 y el 60 por ciento del territorio del país está ahora fuera del control del Gobierno, pese al reclutamiento masivo por parte de los Voluntarios para la Defensa de la Patria, un grupo paramilitar. Los analistas afirman que los reclutas reciben un entrenamiento mínimo y no se les prueba en combate.
“Están realizando más operaciones y han asegurado algunas carreteras en la capital y una ciudad cercana, pero el resultado final es que no han logrado mucho y no pueden mantener la presencia cuando ganan territorio”, dijo Laessing.
Además, los acuerdos locales que el gobierno civil alguna vez buscó como vía para lograr ceses del fuego han sido abandonados.
Las fuerzas gubernamentales también están atacando cada vez más a civiles en los bastiones de los grupos armados, acciones que, según los analistas, podrían estar impulsando a más personas a unirse a ellos. Según ACLED, el JNIM ha utilizado los ataques a sus bastiones como justificación para el aumento de los ataques contra civiles.
“Armas pequeñas, armas ligeras: todas esas cosas han llegado, pero no han sido efectivas en la contrainsurgencia porque no abordan los principales factores que impulsan la insurgencia en sí”, dijo el investigador Dan Eizenga del Centro Africano de Estudios Estratégicos.
“En última instancia, esas cuestiones van a recaer en el ámbito de la gobernanza. La tendencia en el Sahel ha sido más negativa que antes del inicio de los golpes militares allí”, afirmó.
¿Que sigue?
En última instancia, el gobierno burkinés tendrá que acercarse a los miembros más “moderados” del JNIM y lograr un alto el fuego porque no es posible una solución militar, dijo Laessing. Pero eso podría llevar tiempo.
“Por ahora creo que el gobierno piensa que todavía puede recuperar territorio”, dijo.
Mientras tanto, la frustración comienza a crecer entre los soldados. En los últimos meses han surgido rumores de posibles contragolpes , lo que añade otro nivel de ansiedad al país.
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