Región del continente especialmente sometida a tensiones, con el conflicto en el este de la RDC y la República Centroafricana y la intromisión de Chad en la guerra de Sudán, África Central en 2025 se enfrenta a importantes problemas de seguridad y a grandes desafíos económicos.
En vísperas de que João Lourenço se prepare para asumir la presidencia de la Unión Africana (UA) en febrero, la subregión es objeto de mucha atención en este año 2025. Primero la diplomática, con el papel que ya está desempeñando el presidente angoleño en la resolución de los conflictos que asolan el este de la RDC desde hace demasiado tiempo, y que bien podría desempeñar en los próximos meses, a medida que la guerra en Sudán traspase sus fronteras para implicar a Chad y la República Centroafricana. También está la política, con las elecciones presidenciales en Camerún esperadas con impaciencia, aunque el resultado parezca ya decidido.
También la económica, con un sector petrolero regional que se renueva al tiempo que consigue insuflar nueva vida a sus yacimientos maduros. Y medioambiental, ya que la cuenca del Congo en su conjunto se prepara para destronar al Amazonas y convertirse en el primer sumidero de carbono del planeta. Sólo Guinea Ecuatorial parece que permanecerá un poco al margen. Un auténtico vodevil ha sacudido a la familia presidencial en los últimos meses, y los próximos giros y cambios marcarán sin duda el próximo año.
La Angola de Lourenço a la cabeza de la UA
El presidente de Angola, João Lourenço, está en el punto de partida. A partir de febrero, su país asumirá la presidencia rotatoria de la Unión Africana (UA), la organización que reúne a los 55 países del continente y lleva su voz en la escena internacional.
Tras la destacada actuación de las Comoras en 2023 y la más suave de Mauritania en 2024, la diplomacia angoleña, históricamente comprometida con la resolución de los conflictos continentales, sobre todo en la República Centroafricana y la región de los Grandes Lagos, tiene una oportunidad de oro para brillar.
Su líder, un antiguo general que sucedió a José Eduardo dos Santos en 2017, pretende impulsar la paz, la seguridad y el desarrollo en África, al tiempo que reafirma el estatus de Angola como potencia regional, segundo productor de petróleo del continente por detrás de Nigeria.
Para conseguirlo, João Lourenço dispone de varias bazas. Su papel de mediador entre la RDC y Ruanda, que desempeña desde 2022 para poner fin al conflicto entre ambos vecinos, le otorga experiencia y credibilidad.
Su capacidad para mantener buenas relaciones con los grandes actores mundiales -Estados Unidos, China, Rusia y la Unión Europea-, así como con líderes regionales como India, Brasil y Sudáfrica, es esencial para que el continente ocupe un lugar más importante en las instancias internacionales.
Su actuación en Angola, aunque criticada por la oposición y la sociedad civil, atestigua una voluntad de modernizar el país y diversificar la economía, dos factores que han devuelto la imagen a Luanda.
Por todo ello, la tarea de Lourenço se antoja más que ardua en un contexto de tensiones crecientes. A la violencia entre Kinshasa y Kigali se suman la guerra civil en Sudán y el contencioso entre Etiopía y Somalia. Por no hablar de los recurrentes atentados yihadistas, sobre todo en África Oriental, y de la inestabilidad ligada a los recientes golpes de Estado y crisis políticas en África Occidental.
Chad y la República Centroafricana implicados en un conflicto regional en Sudán.
El tono sigue subiendo. A principios de diciembre, el gobierno sudanés de Abdel Fattah al-Burhane acusó a Chad de haber autorizado el lanzamiento de drones emiratíes desde su suelo hacia Sudán. El ejército, que combate a los rebeldes de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR) dirigidas por Mohamed Hamdan Daglo, conocido como Hemetti, cree ahora que Yamena, a través de una alianza con Emiratos Árabes Unidos, está directamente implicada en la guerra civil que se libra contra él, en particular en la región de Darfur.
El presidente chadiano, Mahamat Idriss Déby Itno, sigue negando oficialmente cualquier implicación de su país junto a Hemetti, a pesar de que así lo han documentado varios organismos independientes. Ya había sido llamado al orden por Francia, que le había sugerido en octubre y de nuevo a finales de noviembre que mostrara una mayor neutralidad. Al Jefe del Estado no le hizo ninguna gracia y decidió dar un puñetazo sobre la mesa anunciando la rescisión de los acuerdos de cooperación militar con París.
No obstante, Yamena sigue profundamente preocupada por la cuestión sudanesa, sobre todo porque varios miles de chadianos se han alzado en armas en Darfur, junto al ejército sudanés y contra Hemetti. Mahamat Idriss Déby Itno teme que éstos, encabezados en particular por el opositor Ousmane Dillo Djerou, vengan luego a combatirle en suelo chadiano y agiten a la comunidad zaghawa chadiana, cuyas raíces se extienden hasta el Darfur sudanés.
Al igual que Mahamat Idriss Déby Itno, Faustin-Archange Touadéra sigue de cerca la actualidad sudanesa. Aliado de los rusos, que ahora parecen, al igual que Irán, apoyar a Abdel Fattah al-Burhane tras haber ocupado una posición más ambigua, sabe también que algunos de los grupos armados que lo combaten han monetizado sus servicios en Sudán -sobre todo con Burhane- y podrían aprovechar la guerra para fortalecerse. Para él, se trata de controlar las consecuencias locales de un conflicto que cada mes se parece más a una guerra mundial.
En Guinea Ecuatorial, Obiang contra Obiang.
En Malabo, el Presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo ha sido reelegido en diciembre de 2022. Y, aparte de una oposición que intenta construirse en el exilio, nada parece amenazar su poder. Excepto, quizá, el apetito de su hijo, Teodoro Nguema Obiang Mangue. El vicepresidente, apodado Teodorín, ha ido reforzando su control del Estado a medida que su padre se debilitaba por la edad y la enfermedad.
Apoyándose en su madre, la primera dama, Constancia Obiang, ha colocado a sus parientes cercanos en el gobierno, sobre todo en agosto de 2024, y aprovecha cualquier oportunidad para debilitar o destituir a quienes considera rivales potenciales. Entre ellos figuran algunos de sus hermanos, como Gabriel Obiang Lima, apartado del equipo de gobierno y del negocio petrolero.
Teodorín toma el control del partido
Ruslan Obiang, otro hijo de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, ha sufrido la ira de Teodorín. Puesto bajo arresto domiciliario, está a la espera de sentencia en un juicio por apropiación indebida de bienes públicos, cuyos motivos políticos son imposibles de ignorar. Un último caso ha beneficiado al vicepresidente en su intento de meter en cintura a los ambiciosos miembros de su familia: el escándalo Bello, bautizado con el nombre de Baltasar Ebang Engonga.
Director de la Agencia de Investigación Financiera, fue acusado inicialmente de malversación de bienes públicos y encarcelado en la prisión de Black Beach, antes de ver publicados en las redes sociales cientos de sus vídeos íntimos, en los que aparece con mujeres, algunas de las cuales no son otras que las esposas o hijas de otras personalidades de Malabo. Teodorín abogó de inmediato por la intransigencia.
Y con razón: Baltasar Ebang Engonga no es otro que uno de los hijos de Baltasar Engonga Edjo'o, Presidente de la Comisión de la Comunidad Económica y Monetaria del África Central (Cemac) y sobrino del Presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. Desde entonces, este último ha mantenido un perfil bajo en Malabo, donde Teodorín continúa su ascenso.
Energía renovada para el sector petrolero
Si bien el sector volverá a marcar el paso en Camerún, en los países vecinos se reactivará en 2025. De Libreville a Kinshasa, pasando por Brazzaville, las autoridades nacionales y las empresas reorganizan los programas de perforación, afinan las licitaciones para nuevas licencias y redoblan sus esfuerzos para atraer inversores.
La Gabon Oil Company, que ha completado la adquisición del productor independiente Assal Energy (50 000 bpd), busca otras oportunidades en el onshore del país. Tras los ajustes de las carteras de sus socios ENI y TotalEnergies, la Société nationale des pétroles du Congo aspira a una producción de 126 millones de barriles en 2025 (345 000 bpd) frente a 103 millones de barriles en 2024.
A pesar del fracaso de las licitaciones para la exploración y explotación de bloques de petróleo y gas, la RDC sigue creyendo. Obligada a anular la subasta por falta de licitadores, Kinshasa quiere relanzar el proceso poniendo de relieve el potencial de su subsuelo mediante estudios sísmicos.
Estos esfuerzos públicos se ven respaldados por el compromiso del sector privado a través de la junior Perenco, que tiene previsto invertir 1.500 millones de dólares en 2025 para impulsar sus operaciones en África Central, con Gabón y el Congo a la cabeza, con el objetivo de dar una segunda vida a yacimientos maduros.
La cuenca del Congo, ¿el mayor sumidero de carbono del mundo?
Al ritmo de los últimos años, África bien podría albergar el principal sumidero de carbono del planeta a corto plazo. Es cierto que el segundo pulmón verde de la Tierra es 2,1 veces más pequeño que la Amazonia, pero gracias a su cubierta forestal menos degradada y a sus turberas, la cuenca del Congo puede secuestrar 0,66 toneladas de carbono por hectárea y año, frente a las 0,1 toneladas del macizo sudamericano, afectado por los efectos combinados de la deforestación y los incendios.
En el pasado, estos dos fenómenos ya provocaron el declive de los bosques del sudeste asiático, que ahora emiten más carbono del que capturan. Una tendencia que podrían confirmar ya en 2025 los investigadores de la Iniciativa Científica de la Cuenca del Congo (CBSI). Creado a finales de 2023, este organismo pretende conocer mejor el funcionamiento del mayor bosque tropical del continente, con el fin de salvaguardar su rendimiento en términos de secuestro.
L’Afrique centrale en 2025, entre instabilité politique et espoirs de développement - Jeune Afrique
En la fotografia de cabecera: Refugiados sudaneses en el campo de reubicación el 24 de abril de 2024 cerca de Adre, Chad. DAN KITWOOD/Getty Images /AFP.
A: Vamos mejorando, Guinea Ecuatorial y sus problemas aparecen de manera habitual en los medios comunicación africanos. Podrá decirse (con razón) que los análisis de estos medios no son muy atinados. Es verdad, pero mejoran... Cuanto más escriban, atinarán más. En lo que en este artículo se dice sobre Guinea Ecuatorial nos parece importante que se señalen las diferencias entre Obiang (padre) y Teodorin. El momento más claro de estas diferencias es, en nuestra opinión, la ultima crisis de gobierno que responde a una decisión del Dictador capaz de poner en evidencia la crisis política, económica y social que atraviesa el pais. Otra cosa es que el nuevo gobierno vuelva a ser otra manifestación de todas las incapacidades y los caprichos de Teodorin.
Es muy dudoso, por otra parte,que Teodorin considere como rivales suyos para la presidencia del país a Ruslan o a Baltasar, el Bello, (otro caso es el de su hermanastro Gabriel) . En nuestra opinión, en estos dos casos, se trata de depurar la "clase política" que ha ido acumulándose en torno a Obiang a lo largo de estos años. Teodorin no los quiere y quiere sustituirlos por el grupo de aduladores descerebrados que han ido arrimandose a él. Aquí hay una fuente de conflicto entre padre e hijo que podrá manifestarse, o no. Iremos viendo. El papel de la Primera Dama en todo esto será importante...
Tampoco coincidimos con Jeune Afrique cuando dice que las respuestas de la oposición van a venir solamente del "exterior"-
Seguiremos hablando y aceptaremos artículos, para publicarlos, que traten de estos temas. Los publicaremos, si llegan, con todas las garantias para sus autores...