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El presidente de Kenia, William Ruto, ha dado marcha atrás el miércoles por la noche a las polémicas reformas fiscales que había defendido frente a la oposición, después de que las protestas masivas se tornaran violentas un día antes, dejando 23 muertos, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia.
"El pueblo ha hablado", ha dicho Ruto en una rueda de prensa sobre las 16.30 hora local (13.30 GMT), apenas 24 horas antes de que los manifestantes prometieran volver a tomar las calles. "Lo admito".
El reconocimiento de la derrota es poco habitual en un político poco dado a dar marcha atrás, y supune un brusco giro respecto a su discurso de menos de un día antes, cuando, tras los actos de violencia, había adoptado una postura firme, casi amenazadora, hacia los manifestantes. Había acusado a algunos de ellos de "traidores", de intentar "socavar la seguridad y la estabilidad". El presidente también había desplegado el ejército contra los manifestantes, una medida inusualmente prepotente, según los expertos.gunos de ellos de
El cambio de postura de Ruto el miércoles ha llevado a preguntarse qué le ha hecho cambiar de opinión, ahora que una nube se cierne sobre su credibilidad, según los analistas,dos años después de que llegara al poder prometiendo acabar con la corrupción y el desgobierno.
"No creo que sea sincero, creo que sólo está ganando tiempo", ha declarado a Al Jazeera Willis Okumu, investigador del grupo de expertos panafricanos del Institute for Security Studies (ISS). "Creo que le han advertido de que esto es políticamente perjudicial y lo más probable es que la presión occidental haya influido. Necesitaba estabilizar el barco después de meter la pata"
Una línea dura querida por Occidente
El discurso del martes de Ruto, duro en materia de seguridad, ha suscitado las críticas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia, que lo ha calificado de "insensible" e "incitador", y ha afirmado que alimentó la matanza de personas en un suburbio de Nairobi, horas después de que los manifestantes hubieran sido dispersados por disparos de la policía.
Los expertos también han afirmado que esa declaración ponía de manifiesto la desconexión de Ruto con la población keniana. Ha subrayado la imagen que Ruto ha tenido durante mucho tiempo en Kenia, como alguien inflexible, pero que ha gozado de la legitimidad de Occidente, especialmente de Estados Unidos, a pesar de un largo historial de presunta implicación en violencia electoral.
Algunas de esas acusaciones llevaron a la Corte Penal Internacional a investigar a Ruto por crímenes contra la humanidad. Esos cargos fueron retirados en 2016 por falta de pruebas.
"Los que le conocemos desde hace tiempo sabemos que Ruto es un líder de línea dura", afirmó Okumu, del ISS. "Siempre nos ha sorprendido que Occidente le haya apoyado. Saben quién es, pero como es la punta de lanza de los intereses occidentales, miran hacia otro lado".
Desde su elección en 2022, Ruto se ha acercado a las potencias occidentales, posicionándose como progresista en materia de cambio climático y negándose a unirse a la mayoría de las naciones africanas en su condena rotunda a Israel por la guerra de Gaza, profesando en su lugar una postura más neutral.
Para Estados Unidos en particular, Ruto se ha revelado como el líder de África Oriental al que era más viable respaldar, alguien cuya lealtad merece apoyo, en una región en la que las relaciones de Washington con el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, y el de Ruanda, Paul Kagame, son tensas.
El martes, un equipo de la policía keniana al frente de una misión respaldada por Naciones Unidas ha aterrizado en la convulsa Haití, después de la tenaz puja por parte de Ruto para conseguir un acuerdo único en su tipo para un país africano. Esta misión está respaldada y financiada en gran medida por Estados Unidos.puja por parte de
Anteriormente, en mayo, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había agasajado a Ruto y a la Primera Dama, Rachel Ruto, con una lujosa cena de Estado, la primera para un líder africano en 16 años. A continuación, Biden concedió a Kenia el título de "aliado importante fuera de la OTAN", una i medida que se espera mejore la ya estrecha cooperación en materia de seguridad con Nairobi. Estados Unidos asumió formalmente esa designación el lunes.
Zakayo" Ruto
Pero en su país, Ruto se ha enfrentado cada vez más a las críticas, que han culminado en las protestas masivas que han sacudido Kenia en los últimos 10 días. La ira contra las estrategias de recaudación de impuestos del presidente lleva tiempo latente, especialmente entre los jóvenes kenianos.
Ruto tiene un nuevo apodo: "Zakayo", en referencia al corrupto bíblico Zaqueo, jefe de los recaudadores de impuestos de Jericó.Muchos acusan a Ruto de no haber cumplido sus promesas electorales de erradicar la corrupción.Anuncio
De hecho, durante su campaña electoral, el ex vicepresidente se pintó a sí mismo como un extraño a la matriz de poder que había sido durante mucho tiempo el pilar de la política keniana, donde un puñado de familias con influencia política controlaban el poder. Afirmó ser un "vividor" y prometió aliviar las duras condiciones de vida de las personas con bajos ingresos tomando medidas enérgicas contra la corrupción arraigada que ha debilitado las instituciones de Kenia. También prometió reformar un cuerpo de policía criticado durante mucho tiempo por su brutalidad, limitar el despilfarro gubernamental y liberar al país de su enorme deuda de 82.000 millones de dólares.
Sin embargo, los detractores de Ruto afirman que no ha cumplido esas promesas. Lo que ha irritado a muchos, dicen, son las frecuentes subidas de impuestos sin las correspondientes mejoras en los servicios sociales. Ya existe una ley de 2023 que duplica los impuestos sobre los combustibles y el borrador inicial del proyecto de ley de Finanzas de este año tenía previsto aumentarlos todavía más.
Todo esto ocurre en medio de una amarga crisis económica que ha visto caer el valor del chelín keniano un 22% frente al dólar estadounidense desde 2022, lo que ha disparado los precios de los alimentos, el transporte y la energía, mientras que los ingresos se han mantenido prácticamente igual.
En un principio, Ruto justificó las subidas de impuestos diciendo que eran necesarias para cubrir las deudas de Kenia.Su gobierno asumió el poder en medio de una dura sequía durante 2022 y después de que la guerra entre Rusia y Ucrania interrumpiera las importaciones de alimentos.
"Es importante no perder de vista que por cada 100 chelines que recaudamos como impuestos, pagamos 61 para la deuda", dijo Ruto el miércoles, justificando por qué había respaldado las reformas fiscales.
Sin embargo, los críticos llevan tiempo diciendo que el despilfarro masivo en el gasto público podría compensar las deudas. En Kenia se considera a Ruto un hombre que viaja en avión, y los críticos le llaman el "presidente volador".Aunque estos viajes le han valido algunos reproches, ha argumentado que sus visitas al extranjero son necesarias para atraer inversiones a un país con problemas de liquidez.
Los detractores también acusan al Presidente de complacer a instituciones occidentales como el Fondo Monetario Internacional. El FMI respaldó a Nairobi en las ahora rechazadas reformas fiscales, como parte de una línea de crédito que dijo era necesaria para "preservar la sostenibilidad de la deuda".En abril, el FMI afirmó que existía un déficit significativo en la recaudación de impuestos que mantendría las necesidades de endeudamiento interno de Kenia, aunque también subrayó la necesidad de recortar el despilfarro gubernamental.
¿La presión occidental ha forzado a Ruto a actuar?
Las protestas contra los impuestos, que comenzaron en 2023, tras su primera subida, significan un cambio importante en una Kenia en la que antes la mayoría de la gente aceptaba las deficiencias del gobierno, según los expertos.
"La razón por la que había tantos jóvenes en las calles es que dicen las cosas como las ven", dice Nanjala Nyabola, investigadora política y escritora. "Los kenianos mayores están acostumbrados al desfase que existe entre lo que prometen los políticos y lo que cumplen. Pero los jóvenes no lo consentirán"
Cuando las protestas se intensificaron la semana pasada, Ruto intentó en un primer momento adoptar un tono cooperativo, afirmando el respeto del gobierno por el derecho a protestar.
El martes, sin embargo, después de que la policía abriera fuego contra los manifestantes, la imagen que pretendía dar pareció deshacerse ante los aliados occidentales de Kenia.
"Tomamos nota de que la Constitución de Kenia garantiza el derecho a las protestas pacíficas", decía una declaración conjunta de las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y varios otros países occidentales."Lamentamos la trágica pérdida de vidas y las heridas sufridas, incluido el uso de fuego real (...) y estamos profundamente preocupados por las acusaciones de secuestros de manifestantes".
Esta reacción, según los expertos, parece haber presionado al gobierno de Ruto para que actúe con más moderación, y es probable que le llevara a suavizar su tono el miércoles, cuando llamó a los manifestantes "nuestros hijos e hijas". Además de la reducción, Ruto también anunció recortes en el gasto público en viajes y hospitalidad.
Sin embargo, algunos analistas afirman tener poca fe en que Ruto cumpla sus promesas."No creo que las cumpla", afirmó Willis, del ISS. "Lleva dos años de presidente y no ha cumplido nada de lo que prometió".
Y a pesar del retroceso, no será fácil para Ruto resucitar su credibilidad ante el pueblo keniano, ha afirmado Nyabola, la escrittora.La nueva postura de Ruto "responde sin duda a muchas de las quejas que plantearon los manifestantes, pero, por desgracia, ha quemado mucha legitimidad"..
FUENTE: AL JAZEERA
En la fotografía de cabecera: El presidente de Kenia, William Ruto, habla durante una reunión con el presidente estadounidense Joe Biden y líderes empresariales en la Casa Blanca en Washington, DC, Estados Unidos, 22 de mayo de 2024 [Susan Walsh/AP].
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