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En los últimos días, los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido, que llevan cuatro meses rodeando la capital de Darfur del Norte, han lanzado una ofensiva sin precedentes sobre la ciudad. El-Fasher es la última ciudad importante de la región que aún está controlada por el ejército, que cuenta con el apoyo de varios grupos rebeldes locales.
Las RSF lograron infiltrarse en El-Fasher desde el sur y luego llegaron a las proximidades del cuartel general del ejército. © Hussein Malla / APLa ofensiva contra El-Fasher, capital de Darfur del Norte, comenzó el pasado jueves por la mañana. Después de rodear la ciudad durante cuatro meses, las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han atacado en varios frentes. Después de infiltrarse con éxito desde el sur de la ciudad, han llegado cerca del cuartel general del ejército.
Los habitantes de la ciudad hablan de enfrentamientos callejeros, a los que han seguido intensos bombardeos durante todo el fin de semana. Resultado: la destrucción es muy significativa hoy en día, como explica Salih Mahmoud, presidente de la Asociación de Abogados de Darfur: “Hay destrucción en toda la ciudad. Anteriormente escuchamos que los paramilitares habían atacado a veces desde el norte, a veces desde el este, a veces desde el oeste, pero ahora los ataques vienen de todas direcciones y los residentes están atrapados. Los que todavía querían irse ya no pueden hacerlo, ya no hay una ruta segura”.
Mohamed Hassan, miembro de la Red de Derechos Humanos de Darfur, afirma que algunos barrios están ahora completamente desiertos: “La mayoría de ellos, especialmente en el este y el norte de El Fasher, han sido destruidos por ambos bandos: el ejército y las RSF. Las Fuerzas de Apoyo Rápido disparan cohetes, en particular, desde fuera de la ciudad, a 10 o 15 kilómetros de aquí.
»Si bien es imposible saber si los paramilitares han ganado terreno, han sufrido pérdidas. Según varias fuentes, al menos cuatro comandantes del FSR murieron durante los combates.
En Estados Unidos, el presidente Joe Biden pide a las partes en conflicto que reanuden las negociaciones para poner fin a la guerra que dura desde abril de 2023, que ya ha dejado decenas de miles de muertos y que ha llevado a Sudán al borde de la hambruna. "Hago un llamado a los beligerantes [...] a retirar sus fuerzas, facilitar el acceso humanitario y reanudar las negociaciones para poner fin a esta guerra", declaró el martes 17 de septiembre en un comunicado de prensa.
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