Estos expertos, encargados por el Consejo de Derechos Humanos, han llegado a la conclusión en un informe presentado en un comunicado de prensa que las dos partes enfrentadas «han cometido una serie atroz de violaciones de los derechos humanos y crímenes internacionales, muchos de los cuales pueden clasificarse como crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad».
«La gravedad de estas conclusiones subraya la urgente necesidad de actuar de inmediato para proteger a la población civil», declaró Mohamed Chande Othman, Presidente de la Misión de Investigación sobre Sudán.
La misión fue creada a finales del año pasado por el Consejo de Derechos Humanos para documentar las violaciones de derechos humanos cometidas en el país desde el inicio de la guerra en abril de 2023. El conflicto enfrenta al ejército, dirigido por el general Abdel Fattah al-Burhane, con las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FPR), dirigidas por el general Mohamed Hamdane Daglo.
La guerra se ha cobrado decenas de miles de vidas y ha desplazado a más de 10 millones de personas, sobre todo en los países vecinos, según la ONU. También ha provocado una gravísima crisis humanitaria.
Proteger a los civiles
«Dado que las partes beligerantes no han escatimado esfuerzos para proteger a los civiles, es imperativo que se despliegue sin demora una fuerza independiente e imparcial con el mandato de proteger a los civiles», pidió Othman.
Estos expertos no hablan en nombre de la ONU.
«La protección de la población civil es primordial y todas las partes deben cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y cesar inmediata e incondicionalmente todos los ataques contra la población civil», añadió Othman.
Los expertos -que también piden un alto el fuego- han solicitado a las autoridades sudanesas que visiten el país en 4 ocasiones, pero sin éxito. El informe enviado al gobierno para su habitual comentario también ha quedado sin respuesta.
También hay motivos razonables para creer que los actos cometidos por la RSF y sus milicias aliadas constituyen numerosos crímenes contra la humanidad.
Comunicado de la misión de investigación sobre Sudán
Violaciones a gran escala
Las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), así como sus respectivos aliados, «han sido hallados responsables de violaciones a gran escala, incluidos ataques directos e indiscriminados mediante ataques aéreos y bombardeos contra civiles, escuelas, hospitales, redes de comunicaciones y suministros vitales de agua y electricidad», señala el comunicado.
Las partes beligerantes también atacaron a civiles «cometiendo violaciones y otras formas de violencia sexual, detenciones y encarcelamientos arbitrarios, torturas y malos tratos».
Todas estas violaciones pueden «constituir crímenes de guerra», según el informe.
Los expertos destacaron «los terribles ataques perpetrados por la RSF y sus aliados contra las comunidades no árabes, en particular los masalit de El-Geneina y sus alrededores, en Darfur Occidental».
Señalaron asesinatos, torturas, violaciones y otras formas de violencia sexual, destrucción de propiedades y saqueos.
«También hay motivos razonables para creer que los actos cometidos por la RSF y sus milicias aliadas constituyen numerosos crímenes contra la humanidad».
Embargo de armas y CPI
Los expertos -que pudieron entrevistarse con refugiados del conflicto en los países vecinos de Sudán y con 182 víctimas directas de los abusos o sus familiares- quieren que el embargo de armas se extienda a todo Sudán. También piden a las autoridades que cooperen con la Corte Penal Internacional y entreguen al ex dictador Omar al Bashir.
También piden la creación de un mecanismo judicial internacional dedicado exclusivamente a Sudán.
«Estas conclusiones deben servir de advertencia a la comunidad internacional para que tome medidas decisivas en apoyo de los supervivientes, sus familias y las comunidades afectadas, y para que los autores de estos crímenes rindan cuentas», ha declarado Mona Rishmawi, miembro de la Misión.
En la fotografía de portada: El humo se eleva sobre Jartum, escenario de combates entre el ejército y los paramilitares, el 7 de junio de 2023. Foto AP
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