¿Quién es el arquitecto del conflicto en el Cuerno de África?

9/17/24
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Política
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En resumen

Desde Eritrea, Yibuti y Somalia hasta Egipto -que ni siquiera forma parte del Cuerno de África- se ha creado enemistad, con acciones que han provocado condenas.

La Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) se ha convertido en un punto álgido en las relaciones entre Etiopía y Egipto; El Cairo la considera una amenaza directa a su seguridad hídrica.

En 2024, la región del Cuerno de África se ha vuelto cada vez más volátil con un entorno constantemente inestable debido principalmente a las acciones y decisiones imprudentes tomadas por algunos altos funcionarios en Etiopía.

A pesar del acuerdo de paz con Eritrea de 2019, que generó esperanzas de paz y estabilidad en la región, los altos funcionarios no han logrado gestionar la diversidad dentro de Etiopía, unificarla y silenciar las armas en Oromia; por el contrario, la tensión ha aumentado.

En el país se han librado tres guerras: Etiopía se está recuperando de las secuelas de una guerra desastrosa en la región de Tigray, un conflicto interno en Amhara y una guerra civil en Oromia.

Además de los conflictos internos que actualmente azotan al país, con una guerra civil que amenaza con arrasar Addis Abeba, algunos dirigentes importantes de Etiopía han estado antagonizando a todos los países de la región, con una o dos excepciones.

Desde Eritrea, Yibuti y Somalia hasta Egipto -que ni siquiera forma parte del Cuerno de África- se ha creado enemistad y se han tomado medidas que han provocado la condena de organizaciones y países internacionales.

Para empezar, la relación con Eritrea se ha deteriorado significativamente desde el optimismo inicial en torno al acuerdo de paz de 2019. Si bien el acuerdo fue celebrado como un paso histórico hacia la reconciliación, el conflicto posterior en la región de Tigray ha revelado tensiones profundas.

La participación de las tropas eritreas en la guerra de Tigray, aparentemente para apoyar al gobierno etíope, ha dado lugar a acusaciones generalizadas de violaciones de derechos humanos y atrocidades.

Esta colaboración militar no sólo ha socavado el proceso de paz sino que también ha fomentado un sentimiento de traición entre los eritreos que esperaban una nueva era de cooperación.

Como resultado, algunos líderes etíopes son vistos cada vez más como los arquitectos de renovadas hostilidades, y muchos eritreos los culpan de reavivar viejas animosidades y perpetuar un ciclo de conflicto que amenaza la estabilidad regional.

De manera similar, algunas acciones han tensado las relaciones con Yibuti y Somalia. Yibuti, que depende en gran medida de Etiopía para su comercio y estabilidad económica, está cada vez más preocupado por los efectos indirectos de los conflictos internos de Etiopía, en particular la guerra de Tigray.

La percepción de que el gobierno prioriza las soluciones militares sobre el compromiso diplomático ha llevado a un enfriamiento de las relaciones, y Yibuti se siente cada vez más marginado. En Somalia, en enero de 2024, Adís Abeba sorprendió al mundo al firmar un Memorando de Entendimiento con Somalilandia, una región dentro del Gobierno Federal de Somalia, para obtener el control de 20 kilómetros de agua de Somalia cerca de Berbera.

El Presidente Hassan Sheikh Mohamud ha intensificado la diplomacia para garantizar que no se violen la soberanía y la integridad territorial de Somalia, lo que ha llevado a la Unión Africana, las Naciones Unidas, la Unión Europea y China a defender la unidad y la soberanía de Somalia.

La Unión Africana ha insistido constantemente en la importancia de respetar la soberanía y la integridad territorial de sus Estados miembros. En una declaración sobre la estabilidad regional, la UA señaló:

"La Unión Africana reafirma su compromiso con la soberanía y la integridad territorial de Somalia y pide a todas las partes que respeten los principios de no injerencia y coexistencia pacífica".

Las Naciones Unidas también han expresado su preocupación por la intervención militar de Etiopía en Somalia, afirmando: "Las Naciones Unidas subrayan la necesidad de respetar la soberanía y la integridad territorial de Somalia. Toda acción militar que socave esta soberanía es contraria al derecho internacional y a los principios de la Carta de las Naciones Unidas".

La Unión Europea ha expresado abiertamente la necesidad de diálogo y respeto por la soberanía nacional en el Cuerno de África, afirmando: "La Unión Europea pide a todas las naciones de la región que respeten la soberanía de Somalia y entablen un diálogo constructivo para resolver cualquier disputa de forma pacífica, sin recurrir a la intervención militar".

China ha adoptado una postura diplomática respecto a la situación en el Cuerno de África, declarando: "China apoya la soberanía y la integridad territorial de Somalia y alienta a todas las partes a entablar el diálogo y la cooperación para garantizar la paz y la estabilidad en la región, libre de agresiones externas".

Muchos somalíes consideran a algunos dirigentes etíopes como una fuerza desestabilizadora y los acusan de exacerbar las tensiones y los conflictos existentes en lugar de fomentar la paz.

Esta creciente enemistad ha posicionado a estos líderes en un lugar controvertido, con crecientes acusaciones de que están detrás de los conflictos que amenazan con arrasar el Cuerno de África.

Su conflictiva relación con Egipto ilustra aún más la creciente percepción de que son un catalizador de discordias regionales. La Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) se ha convertido en un punto de conflicto en las relaciones entre Etiopía y Egipto, y El Cairo considera que su construcción y funcionamiento constituyen una amenaza directa a su seguridad hídrica.

Las decisiones sobre el llenado de la presa han encontrado una feroz oposición por parte de Egipto, lo que ha dado lugar a acusaciones de que se están ignorando las preocupaciones de las naciones río abajo.

Esto no sólo ha tensado las relaciones diplomáticas sino que también ha alimentado los temores de una posible confrontación militar por los recursos hídricos.

A medida que aumentan las tensiones, muchos en Egipto y otros lugares sostienen que el enfoque de las cuestiones regionales desde el lado etíope se caracteriza por una falta de consideración de las implicaciones más amplias de las acciones que se están adoptando.

En resumen, algunas decisiones han alejado a socios regionales clave y han fomentado un clima de desconfianza y hostilidad.

La dependencia de soluciones militares, sumada a la falta de diálogo diplomático con los países vecinos, está dando lugar a conflictos que asolan el Cuerno de África.

A medida que la situación continúa evolucionando, se hace cada vez más evidente la urgente necesidad de un enfoque más inclusivo y conciliador en las relaciones regionales, ya que las consecuencias de no hacerlo podrían desestabilizar a toda la región.

Abdi Mohamed es un periodista independiente radicado en Mogadiscio.

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