Los legisladores kenianos votaron el martes la destitución del vicepresidente Rigathi Gachagua por abuso de poder, en un drama político sin precedentes que ha conmocionado a la nación.
La moción de destitución acusaba al adjunto del Presidente William Ruto, de 59 años, de corrupción, insubordinación, socavar el gobierno y practicar una política de división étnica, entre otros muchos cargos.
En un hecho histórico, la moción, culminación de meses de conflicto abierto entre Gachagua y su jefe, fue aprobada por 282 diputados de los 349 miembros de la Asamblea Nacional, más de los dos tercios necesarios.
Hubo 44 votos en contra y una abstención, según el portavoz del Parlamento, Moses Wetangula.
La moción pasará ahora a la Cámara Alta del Senado y, si se aprueba, Gachagua se convertirá en el primer vicepresidente destituido de esta manera desde que se introdujo el juicio político en la Constitución revisada de Kenia de 2010.
"Está bien", dijo Gachagua en una breve declaración tras la votación, junto a versículos bíblicos que llaman al agradecimiento en todas las circunstancias.
Armado con un expediente de 500 páginas, el político salpicado por el escándalo había tomado antes la palabra en la Cámara Baja durante una sesión parlamentaria de 12 horas, en ocasiones acalorada, para rechazar enérgicamente los cargos que se le imputaban.
"Hagan un examen de conciencia... por favor, tomen la decisión correcta", instó a los legisladores en un apasionado llamamiento, añadiendo que estaba "sometido a un proceso político".
En una rueda de prensa celebrada el lunes, tachó la moción de "indignante" y de "pura propaganda", calificándola de complot para acosarle y echarle del cargo.
Gachagua, un poderoso hombre de negocios de la mayor tribu de Kenia, los kikuyu, superó anteriores escándalos de corrupción para convertirse en líder adjunto como compañero de fórmula de Ruto en unas reñidas elecciones celebradas en agosto de 2022.
Pero en las últimas semanas se ha quejado de haber sido marginado por el presidente y había sido acusado de apoyar las protestas antigubernamentales dirigidas por jóvenes que estallaron en junio.
Las tensiones políticas se han disparado desde que estallaron las manifestaciones, en ocasiones mortales, por las impopulares subidas de impuestos, que han puesto de manifiesto las divisiones en las altas esferas del poder, y Gachagua ha admitido que la moción no podría haber salido adelante sin la aprobación de Ruto.
La disputa recuerda el enfrentamiento público entre el entonces presidente Uhuru Kenyatta y su adjunto Ruto antes de las elecciones de 2022.
Varios diputados aliados de Gachagua fueron citados por la policía el mes pasado, acusados de financiar las protestas.
La fiscalía no ha presentado cargos formales y no se ha abierto ninguna investigación judicial contra Gachagua.
Pero los legisladores dieron 11 motivos para la destitución, incluidas acusaciones de que acumuló bienes por valor de 5.200 millones de chelines (40 millones de dólares) desde las últimas elecciones, a pesar de tener un salario anual de sólo 93.000 dólares.
Entre los bienes incluidos en la lista figuraba el famoso hotel Treetops de Kenia, donde se alojó la entonces princesa Isabel de Gran Bretaña cuando se convirtió en reina.
Gachagua afirma que su fortuna procede en su totalidad de negocios legítimos y de una herencia de su difunto hermano.
Ha advertido de que su destitución provocaría el descontento de sus partidarios, y en vísperas de la votación insistió en que no dimitiría.
"Lucharé hasta el final", dijo el lunes.
Gachagua seguirá en funciones hasta que el Senado apruebe su destitución.
Los legisladores keniatas iniciaron el proceso de destitución el 1 de octubre, con el respaldo de 291 parlamentarios, muy por encima del mínimo de 117 requerido.
Tras la votación del martes, el Senado debe reunirse en el plazo de una semana desde la recepción de la acusación y dispondrá de 10 días para tratar la moción, lo que incluye permitir a Gachagua interrogar a los testigos.
Requerirá el apoyo de al menos dos tercios de los senadores para ser aprobada.
No obstante, la destitución puede recurrirse ante los tribunales.
Dismas Mokua, analista de riesgos políticos afincado en Nairobi, declaró a la AFP que Gachagua había asumido que iba a codirigir con Ruto.
"Careció de la paciencia política estratégica necesaria para el cargo, sucumbiendo al mismo destino que otros diputados o vicepresidentes que buscaron soluciones rápidas, de 'café instantáneo'", dijo.
Aunque es poco probable que su posible destitución provoque protestas orgánicas, Mokua advirtió de que "la probabilidad de disturbios orquestados es muy alta".
En 1989, el entonces vicepresidente Josephat Karanja dimitió de su cargo al enfrentarse a una presión similar para su destitución en el Parlamento.
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Kenya MPs Vote To Impeach Deputy President In Historic Move | Barron's (barrons.com)
