En Conakry, sus escasas salidas se realizan bajo fuertes medidas de seguridad.Hombre prudente, el general Mamadi Doumbouya también escatima los viajes fuera de Guinea.Desde que asistió al Foro de Cooperación China-África celebrado en Pekín a principios de septiembre, no ha realizado ningún viaje.En los últimos meses, el hombre que derrocó al Presidente Alpha Condé ha mantenido un perfil bajo.
Aclamado como un libertador tras su golpe de Estado del 5 de septiembre de 2021, ahora parece gobernar con el único objetivo de mantenerse en el poder.Su promesa militar de organizar elecciones para devolver el poder a los civiles el 31 de diciembre de 2024 a más tardar no se cumplirá.Al igual que los demás golpistas de la región (Malí, Burkina Faso y Níger), hace avanzar a su país sin calendario electoral.
Hace un año, en su discurso de fin de año, Mamadi Doumbouya anunció que en 2024 se celebraría un referéndum para validar una nueva Constitución, como preludio de las elecciones presidenciales.Se iba a poner en marcha un censo para revisar el censo electoral, de conformidad con el acuerdo firmado con la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO).Hasta la fecha, la operación se ha estancado y sólo ha avanzado la cartografía de los colegios electorales.
En una entrevista concedida al sitio Africaguinée, el portavoz del gobierno de transición, Ousmane Gaoual Diallo, indicó el 14 de diciembre que Guinea se encontraba en la fase de «reconstrucción del Estado».Según algunos observadores, era una forma de justificar la prolongación de la transición y allanar el camino para que el general Doumbouya se presentara a las elecciones presidenciales, a pesar de su promesa inicial de no presentarse."Cuando tomó el poder, su error original fue prometer no ser candidato presidencial.Un error de principiante.Ahora que quiere presentarse, intenta rectificar su error y ganar tiempo", afirma una fuente de palacio.
Aunque el antiguo cabo de la Legión Extranjera no ha revelado por el momento sus ambiciones, sus partidarios intensifican las campañas de promoción y los actos.En Nzérékoré, un torneo de fútbol organizado en su honor se volvió trágico el1 de diciembre, tras un movimiento incontrolado de la multitud.El número oficial de muertos fue de 56, mientras que las ONG locales elevaron la cifra a 135.
Opositores en el exilio
El régimen cultiva la imagen de un presidente constructor.Construir puentes y carreteras, reactivar proyectos mineros en torno a Simandou, el mayor yacimiento de hierro sin explotar del mundo... Como su modelo, el presidente ruandés Paul Kagame (que visitó Guinea en mayo), Mamadi Doumbouya intenta anclar su legitimidad en el desarrollo de su país.Queda mucho por hacer en el frente económico y social.A pesar de sus recursos minerales, Guinea ocupaba en 2022 el puesto 181 de 193 países según el Índice de Desarrollo Humano
"La cuestión del calendario es secundaria. Lo urgente es continuar con las reformas para garantizar la estabilidad. Es un requisito previo que no puede saltarse. Es como intentar conducir sin combustible», defiende Bangaly Touré, Director General Adjunto del Fondo de Inversión Minera. La Cedeao se había comprometido a apoyar a Guinea, pero los socios financieros y técnicos están ausentes. No se puede culpar al Presidente por querer seguir trabajando por el desarrollo de su país.
Entonces, ¿irán los guineanos a las urnas en 2025?
A pesar del retraso logístico, las autoridades han asegurado que las elecciones legislativas, precedidas de un referéndum constitucional, se celebrarán el año que viene.¿Quién organizará los comicios?Habitualmente responsabilidad de la comisión electoral, compuesta por representantes del gobierno y de la oposición, la logística de los comicios podría confiarse esta vez al Ministerio de Administración Territorial, como ha insinuado Ibrahima Kalil Condé, titular de la cartera, haciendo temer que el proceso quede bloqueado.
Pero antes de que se celebren unas elecciones inciertas, el hecho de que se haya incumplido el plazo del 31 de diciembre está tensando las relaciones entre el gobierno y parte de la oposición y la sociedad civil.Varios partidos, entre ellos la Unión de Fuerzas Democráticas de Guinea de Cellou Dalein Diallo, han anunciado que el1 de enero dejarán de reconocer la legitimidad del régimen."Puede que estemos en una fase de preemergencia.Pero la situación podría volverse realmente tensa si Doumbouya se presentara.Tendrá que reabrir el juego político y gestionar las protestas.Hasta ahora, lo ha hecho por la fuerza", afirma un político de la oposición.
Desde su llegada al poder, el coloso, antiguo comandante de las fuerzas especiales, ha restringido progresivamente el espacio democrático.Sus principales opositores, Cellou Dalein Diallo, Sidya Touré y el derrocado presidente Alpha Condé, se encuentran en el exilio.Este último es acusado regularmente por los gobernantes de intentar desestabilizar Guinea desde su refugio en Turquía.Su ex ministro de Defensa, Mohamed Diané, fue condenado el 18 de noviembre a cinco años de cárcel por enriquecimiento ilícito.Otras antiguas personalidades del gobierno también están siendo juzgadas.El 26 de diciembre, Aliou Bah, líder del Movimiento Democrático Liberal, fue detenido por «ofender» al Presidente.
¿Tratamiento especial?
Los activistas próximos a la oposición también están en alerta.Foniké Menguè y Billo Bah, dos miembros del Frente Nacional para la Defensa de la Constitución, están desaparecidos desde julio.Fueron secuestrados por un comando que, según los testigos, pertenecía a las fuerzas de seguridad.Como en el caso del secuestro del periodista Habib Marouane Camara, el 3 de diciembre, el gobierno niega cualquier implicación.
También se ha estrechado el cerco sobre la prensa.En 2024 se cerraron varios medios de comunicación considerados desfavorables al régimen de Mamadi Doumbouya. «Desde el comienzo del proceso democrático de nuestro país, en los años 90, los medios de comunicación no habían sido objeto de tales restricciones», deplora Alseny Sall, de la Organización guineana de defensa de los derechos humanos y del ciudadano.
Ante este clima envenenado, agravado por las tensiones en el seno del ejército, las organizaciones regionales e internacionales se muestran tímidas.Guinea está suspendida de la CEDEAO y de la Unión Africana desde el golpe de Estado, pero no ha sido sancionada, a diferencia de las tres juntas sahelianas.En la última cumbre de la organización de África Occidental, celebrada en Abuja el 15 de diciembre, ni siquiera se habló del caso guineano, lo que refuerza la idea de que Mamadi Doumbouya recibe un trato preferente.
"Guinea demostró su apego a la Cedeao al negarse a adherirse a la AES [Alianza de Estados del Sahel, que incluye a Malí, Burkina Faso y Níger]. Sus representantes siguen participando en las reuniones técnicas y seguimos abogando por el retorno al orden constitucional en 2025", justifica una fuente de la Cedeao. Reintegrado en la Francofonía en octubre -una «victoria diplomática» para Conakry-, el régimen cuenta también con el apoyo de Francia y Estados Unidos, que temen un acercamiento a Rusia.
Desde el Palais Mohammed-V, donde se ha refugiado, Mamadi Doumbouya, según su entorno, «no tiene prisa» por aclarar sus intenciones. "No fija ningún rumbo y gobierna al día. ¿Por qué iba a hacer otra cosa? No tiene ninguna presión", afirma uno de sus consejeros.
En Guinée, la transition à rallonge du général Mamadi Doumbouya
En la fotografia de cabecera: El presidente de transición de Guinea, Mamadi Doumbouya, en las Naciones Unidas en Nueva York el 21 de septiembre de 2023.BRENDAN MCDERMID/REUTERS
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