Al menos veinte personas murieron el viernes 20 de diciembre en ataques contra varias aldeas del centro de Malí asoladas por grupos yihadistas, informaron el sábado 21 21 de diciembre a la Agence France-Presse (AFP) un responsable de una asociación, un cargo electo local y una fuente de seguridad. El pasado fin de semana, al menos siete personas ya habían muerto en un atentado en el centro.
" Seis pueblos de la región de Bandiagara fueron atacados ayer[viernes] por yihadistas. Se quemaron graneros y la gente huyó. También hay una veintena de muertos ", declaró a la agencia de noticias un cargo electo local bajo condición de anonimato. " Cinco pueblos de la región de Bandiagara fueron atacados el viernes. Hubo 21 muertos y numerosos heridos", declaró a la AFP una fuente de seguridad maliense. " Estos ataques terroristas tienen como objetivo hacer huir a la población para instalar el caos ", añadió.
Bocary Guindo, responsable de una asociación de jóvenes dogon, declaró en las redes sociales que el número de muertos había aumentado a más de 20 tras los ataques en Bourari (15 muertos), Madina (2), Banguel Toupè Singuel (2) y Gaza (5). Otros pueblos como Massasegué y Sonfounou también fueron incendiados, añadió.
Violencia renovada
Desde 2012, Mali se ha visto asolado por las actividades de grupos afiliados a Al Qaeda y el Estado Islámico, así como por la violencia de grupos comunales y criminales. En septiembre, los yihadistas atacaron la escuela de la gendarmería antes del amanecer e irrumpieron en el aeropuerto militar de Bamako, el primer atentado de este tipo en la capital maliense desde 2016. Aunque no se han publicado cifras oficiales, fuentes de seguridad han cifrado en más de 75 los muertos y en más de 250 los heridos.
Desde que tomaron el poder en sendos golpes de Estado en 2020 y 2021, los militares han roto su larga alianza con la antigua potencia dominante, Francia, y se han volcado militar y políticamente hacia Rusia.
La misión de estabilización de la ONU en Malí (Minusma) también terminó en 2023, a instancias de la junta. Desde entonces, las " atrocidades " cometidas contra civiles por el ejército maliense y su aliado ruso, así como por yihadistas, no han cesado, según denunció hace unos diez días la ONG Human Rights Watch. Estos ataques socavan la retórica de la junta en el poder desde 2020, que afirma que su estrategia de ruptura, las nuevas alianzas con el extranjero y el aumento de los esfuerzos militares han dado la vuelta a la situación contra los yihadistas.
Le Monde con AFP
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