El presidente Cyril Ramaphosa ha hecho del crecimiento, el empleo y la reducción de la pobreza las prioridades del nuevo Gobierno de Sudáfrica, que por primera vez en treinta años su partido, el Congreso Nacional Africano (ANC), ha abierto a otras formaciones, sobre todo de centro-derecha.
Ramaphosa, de 71 años, se ha dirigido a las dos cámaras del Parlamento en Ciudad del Cabo a primera hora de la tarde del jueves 18 de julio, tras una gran ceremonia inaugural que incluyó un despliegue de pompa militar para marcar la apertura de la nueva legislatura. «Estamos decididos a mejorar el bienestar de nuestro país y de su gente mediante el crecimiento integrador, la creación de empleo y la reducción de la pobreza», declaró.
También ha citado la lucha contra el alto coste de la vida y la reducción de la burocracia entre los objetivos de su administración. «Vamos a aumentar masivamente la inversión en infraestructuras mediante un enfoque más global e integrado», afirmó. También ha apuntado a la «burocracia» que «debilita la creación de empleo», y añadió: «Se ha ordenado a todos los ministerios y entidades públicas que reduzcan las cargas regulatorias excesivas que impiden a las empresas crear puestos de trabajo.»
Acosado por una serie de escándalos de corrupción y un pobre historial económico durante el anterior mandato de Cyril Ramaphosa, el ANC, presidido anteriormente por Nelson Mandela, ha perdido la mayoría absoluta en el Parlamento por primera vez en 30 años en las elecciones generales celebradas el 29 de mayo, obteniendo sólo el 40% de los votos y conservando únicamente 159 de los 400 escaños del Parlamento.
Un gobierno de coalición
Este resultado refleja la creciente desilusión de los sudafricanos desde la instauración de la democracia en 1994, con una tasa de desempleo récord del 33%, altos índices de pobreza y delincuencia, y un acceso irregular a servicios básicos como el agua y la electricidad.
Tras semanas de difíciles negociaciones, el ANC ha formado un gobierno de coalición con otros diez grupos, aliándose con el centro-derecha, en particular con el principal partido de la oposición, la Alianza Democrática (DA, 87 escaños), lo que, según algunos analistas, debería tranquilizar a los inversores.
En el Parlamento, es probable que el gobierno de coalición reciba una tormentosa acogida por parte de la oposición de izquierdas Umkhonto we Sizwe (MK), liderada por el ex presidente Jacob Zuma, y del partido Economic Freedom Fighters (Luchadores por la Libertad Económica). Tras quedar tercero y cuarto respectivamente en mayo, estas dos formaciones han unido fuerzas con otros tres grupos más pequeños en una alianza anticapitalista con 102 escaños.
Los dirigentes de la alianza opositora han declarado el jueves a la prensa que entre sus prioridades figuraban la expropiación de las tierras de los sudafricanos blancos, con vistas a su redistribución, y la nacionalización del banco nacional y de las minas.
El ANC conserva veinte de los treinta y dos ministerios
El líder de la oposición en el Parlamento, John Hlophe (MK), ha denunciado una coalición de gobierno que, según él, está diseñada para «preservar el poder actual del capital monopolista blanco en la economía», ya que la DA sigue siendo ampliamente percibida como un movimiento blanco.
El ANC conserva veinte carteras ministeriales, entre ellas Asuntos Exteriores, Economía, Defensa, Justicia y Policía, en un gobierno sobredimensionado que comprende treinta y dos ministerios. Seis ministerios están ahora en manos de la DA, que hasta ahora se había mostrado muy crítica con el ANC.Su líder, John Steenhuisen, ha sido nombrado Ministro de Agricultura.
El nuevo gobierno, descrito por el ANC como de unidad nacional, celebró su primera reunión el pasado fin de semana en un ambiente cordial. Sin embargo, algunos observadores políticos prevén futuros desacuerdos, por ejemplo en política exterior y en la reforma nacional del sistema sanitario, muy apreciada por el ANC, el partido de izquierdas, pero criticada por el DA.
Por la DA, Steenhuisen declaró el miércoles que el Presidente debería presentar «un programa de reformas» que, «en muchos casos, corresponde a la política de la DA cuando se trata de desbloquear las inversiones y el crecimiento económico y permitir la construcción de un Estado competente».
Le Monde con AFP
En la fotografía de cabecera: El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, durante su intervención en la apertura del Parlamento en Ciudad del Cabo el 18 de julio de 2024. ESA ALEXANDER / REUTERS
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