27 julio 2024
En el día de hoy, 26 de julio, la primera ministra del Gobierno de Guinea Ecuatorial, Manuela Roca Botey, ha presentado al presidente de la República, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, la dimisión, en bloque, de su ejecutivo, en un acto celebrado en el Palacio del Pueblo de Malabo.
En su discurso, repleto de eufemismos, el presidente de la República dijo, entre otras cosas, que había aceptado la dimisión porque el gobierno saliente había sido inoperante, falto de voluntad y rigor para materializar los programas establecidos. Obiang ha reconocido, una vez más, la existencia de una crisis económica sin precedentes en el país, que amenaza la estabilidad del gobierno y que puede llevar a la insolvencia del Estado ya que se han agotado las reservas. Por eso ha tomado medidas drásticas para evitar la posible caída de la economía del Gobierno y para evitar las posibles exigencias de demandas del pueblo.
Obiang, que reconoce “vicios, desvíos y abusos” en la gestión administrativa de su ejecutivo, afirma, por otra parte, que el gobierno no ha cumplido las promesas hechas al pueblo durante la campaña electoral, a pesar de ser “un gobierno electoralista por constituirse para satisfacer a todos los distritos electorales que apoyaron nuestras candidaturas”, y que “la excesiva ambición de enriquecimiento, la ocultación y mal uso de los recursos, constituyen la tónica de la situación actual del Gobierno”.
El jefe del Estado ha afirmado que el país cuenta con grandes infraestructuras y servicios que deberían generar ingresos a los presupuestos generales del Estado, pero sin especificar qué infraestructuras.
Obiang ha culpado al gobierno saliente de no haber creado empleo para los jóvenes, lo que, según él, ha dado lugar al crecimiento de las bandas juveniles que atemorizan a la población.
Ante este preocupante panorama que describe el presidente de la República y que es aún peor de lo que reconoce en público, Convergencia para la Democracia Social estima oportuno hacer las siguientes consideraciones.
En primer lugar, los gobiernos formados por el presidente Obiang nunca han tenido, como objetivo, resolver los problemas de la población, sino satisfacer a quienes le ayudan a mantenerse en el poder, motivo por el cual reconoce que su gobierno es electoralista; de ahí que un país tan pequeño tenga un ejecutivo con más de medio centenar de miembros, además de otros tantos consejeros, mientras el país carece de hospitales dignos y escuelas suficientes y de una mínima calidad.
En segundo lugar, la causa de la crisis económica del país y de la aparición de la delincuencia juvenil, no es la inoperancia del ejecutivo que acaba de dimitir en bloque, sino la corrupción sistémica arraigada en la cultura del régimen y que involucra a todas las esferas del poder en Guinea Ecuatorial, gangrenando todo el aparato del Estado y la economía en su conjunto. ¿Cómo se entiende que, en una situación económica tan trágica, el gobierno siga acometiendo costosas obras de dudosa rentabilidad, como es el actual caso de la controvertida carretera de Annobón?
En tercer lugar, a lo largo del proceso de democratización, varios han sido los gobiernos que han presentado su dimisión en bloque a petición del jefe del Estado por los mismos motivos, y siempre con la promesa de un ejecutivo renovado y más eficiente; sin embargo, salvo poquísimas excepciones, el gobierno siguiente siempre ha contado con las mismas personas, tanto que en Guinea Ecuatorial hay ministros que han ocupado su puesto en varios gobiernos diferentes y desde hace décadas.
Finalmente, las infraestructuras construidas por el Gobierno durante la bonanza petrolera, no pueden generar ingresos mínimos al presupuesto del Estado, porque no se hicieron con previos estudios de viabilidad, sino por intereses económicos de las empresas de construcción. ¿Qué ingresos pueden generar obras como las decenas de salas de conferencias esparcidas por el país, el aeropuerto de Corisco, las autovías, los 52 palacetes de Sipopo, la ciudad selvática de Djibloho y los numerosos edificios ministeriales, muchos de ellos infrautilizados por falta de actividad?
Ante esta situación, que puede abocar al país a la quiebra total y al estallido social y político, imposible de gestionar por otro gobierno del PDGE con las mismas personas, Convergencia para la Democracia Social insta al presidente de la República a convocar, con la máxima urgencia posible, un diálogo nacional entre el gobierno y todas las fuerzas políticas y sociales, para formar un Gobierno de Salvación Nacional y sentar las bases de un verdadero Estado democrático y social de derecho, en el que tengan cabida todos los ciudadanos y sean útiles y necesarios para el desarrollo político, económico y social de la República de Guinea Ecuatorial.
Malabo, 26 de julio de 2024
LA COMISIÓN EJECUTIVA NACIONAL
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