El Mando Atlántico de la Marina francesa ultima los preparativos de un gran evento con las marinas de guerra de África Occidental en el Golfo de Guinea en octubre. Se trata de un curso de formación a bordo y de un ejercicio naval de gran envergadura, con el objetivo de reforzar también la cooperación entre París y los Estados de la región.
En octubre, medio centenar de marinos, gendarmes y aduaneros africanos se embarcarán en uno de los tres portahelicópteros anfibios de la flota francesa para el proyecto Siren, un «curso de formación regional, a bordo y digital» de un mes de duración. El proyecto, lanzado en 2022 y supervisado por la plataforma África del Comando Atlántico francés (Ceclant), con sede en el puerto de Brest, en el noroeste de Francia, tiene como objetivo reforzar los vínculos entre la marina francesa y las fuerzas navales de una docena de Estados del Golfo de Guinea, entre ellos Costa de Marfil, Senegal, Camerún, Togo y Benín.
Esta tercera edición de Siren podría incluir a estudiantes, cuyo número se ha duplicado desde los 24 de 2023, de las marinas de varios países de la Unión Europea , entre ellos Italia, España y Portugal. Bruselas, que se interesa de cerca por los flujos ilícitos en el Golfo de Guinea, ha creado en 2021 un organismo específico, la Presencia Marítima Coordinada de la UE (CPM, AI, 29/06/22 ), para coordinar la acción de sus Estados miembros en la región.
Después de Siren, se realizará el ejercicio anual Grand African NEMO (Navy Exercise Maritime Operations), un ejercicio naval a gran escala que reúne a las armadas de más de 20 países africanos que firmaron el acuerdo de la Arquitectura de Yaundé para combatir la inseguridad marítima, y a varios socios occidentales. En 2023, París también invitó a Estados Unidos, Reino Unido, Marruecos y Brasil a participar. El ejercicio contó con la participación de más de 40 unidades de superficie y una docena de aeronaves, y las simulaciones se realizaron en una amplia zona que se extiende desde Senegal hasta Angola.
Lucha contra el narcotráfico
El objetivo del ejercicio es reforzar la cooperación entre flotas mediante sesiones en condiciones operativas realistas y que aborden cuestiones locales, como la lucha contra la piratería, la contaminación marítima, la pesca ilegal y el tráfico de drogas. El Golfo de Guinea es el principal punto de tránsito de drogas desde Sudamérica hacia Europa, por lo que París intenta frenar el flujo intensificando su apoyo a los países de la zona.
Francia dispone de numerosos sensores y medios de intervención para este fin, entre los que se incluyen un Falcon 50 estacionado en Dakar y un buque desplegado de forma permanente en aguas del Golfo de Guinea en el marco de la misión Corymbe, creada en 1990. El Centro Operativo de Inteligencia Marítima sobre Estupefacientes (MAOC-N), con sede en Lisboa, también permite a París acceder a información satelital para rastrear a los buques sospechosos de transportar carga ilegal en la zona.
La marina francesa ya colabora activamente con sus homólogas senegalesas en este asunto: se han realizado cuatro decomisos en aguas senegalesas con la ayuda de medios franceses. La marina francesa tiene previsto ampliar su ayuda para reubicar los buques sospechosos en otros países de la zona, como Togo y Benín.
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