La decisión se ha tomado después de que la población de Bata se quejara de la mala calidad del arroz de las empresas Martínez Hermanos y GECT.
El Gobierno de Guinea Ecuatorial ha ordenado la destrucción de 49.405 sacos de arroz importados por las empresas Martínez Hermanos y AECT. La decisión se tomó a raíz de las quejas de los habitantes de la ciudad de Bata sobre la mala calidad de estas marcas de arroz.
El Vicepresidente de la República, Teodoro Nguema Obiang, creó una comisión para investigar la veracidad de estas quejas. Los resultados del informe de investigación revelaron que, tras un examen organoléptico en profundidad realizado por la citada comisión, este lote de arroz no era apto para el consumo humano.
La Comisión de Investigación también concluyó que las empresas Martínez Hermanos y AECT habían incumplido la Ley 7/2002, por no haber informado al Gobierno de la calidad no apta para el consumo de este arroz. En consecuencia, deberán asumir las responsabilidades civiles y penales correspondientes.
El Secretario de Estado de Seguridad, Nicolas Obama NCHAMA, señaló que no se habían realizado los controles oportunos en los puertos antes de la distribución de estos productos. Como medida de precaución, estos sacos de arroz han sido precintados y se ha prohibido su venta en el país.
Otra decisión del Gobierno ha sido devolver el dinero a los clientes que ya habían comprado el producto, previa presentación de las facturas, y las empresas también tendrán que cubrir los gastos hospitalarios.
El Gobierno ha autorizado la compra inmediata de arroz a Serbia, país con el que Guinea Ecuatorial mantiene buenas relaciones comerciales desde hace 20 años.
A: A Teodorin le han dado un curso rápido de populismo y repite cada pocos días los mismos gestos políticos que ha debido aprender en esa formación apresurada. Empieza por exagerar y simplificar un problema, se sigue señalando a un culpable y apareciendo, de inmediato, él mismo como Solucionador Universal. Teodorin quiere presentarse como una especie de Cid Campeador al que nada se le resiste. Él y sus acólitos pretenden haber inventado una nueva forma de democracia: problema-denuncia-intervención de Teodorin-solucion fácil y rápida... La realidad, sin embargo es mucho más triste. La verdad es que en Guinea los problemas se eternizan, se repiten y el país está encerrado en una crisis económica, política y cultural con una salida cada vez mas dificil... No son tiempos para bromás aunque Teodorin quiera repetir el mismo chiste cada pocos dias.