Georges Dougueli - Enviado especial a Libreville
Publicado el 5 de julio de 2024
Justificar, tranquilizar, escuchar. Estas palabras clave guiaron a Brice Clotaire Oligui Nguema en su ofensiva diplomática destinada a hacer admitir que su golpe de Estado fue un "golpe de libertad", según los términos que desde entonces intenta imponer en el lenguaje cotidiano. Fue una tarea complicada deshacerse de la imagen poco estelar de "general canalla", de comandante de la Guardia Republicana que derrocó al presidente al que se suponía que protegía.
Pero no fue una tarea imposible porque, en la era de las redes sociales, los jefes de los Estados vecinos, que sólo apreciaron moderadamente el giro de los acontecimientos, pudieron calibrar la popularidad de este golpe de fuerza que puso fin a los cincuenta años de reinado de la familia Bongo Ondimba sobre Gabón.
Es cierto que el nuevo gobernante de Libreville tuvo que esperar hasta el 10 de marzo para que se levantaran las sanciones impuestas por la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC), que se trasladó durante un tiempo a Malabo, en Guinea Ecuatorial, a la espera de que se restableciera el orden constitucional. Pero Oligui Nguema consiguió pronto ser aceptado en el cerrado club de jefes de Estado de la subregión.
Gira regional
Guinea Ecuatorial, República del Congo, República Centroafricana, Camerún, Chad, RD Congo, Ruanda, Burundi, Sao Tomé y Príncipe... En diez meses, Brice Oligui Nguema ha viajado mucho, apareciendo a veces con el uniforme escarlata de alto funcionario, a veces con traje y corbata, sonriente, humilde y abierto al diálogo.El "golpista de Libreville" no es un pretoriano como los demás.De hecho, en su presencia tuvo lugar la ceremonia de apertura del Diálogo Nacional Inclusivo (DNI), el 2 de abril en Libreville, durante la cual el Presidente centroafricano elogió el "liderazgo ejemplar" de Oligui Nguema.
El antiguo ayudante de campo de Omar Bongo Ondimba (OBO) presentó sus respetos en la tumba de Édith Lucie Bongo Ondimba, esposa de su mentor e hija mayor de DSN, cuya memoria está lejos de ser objeto de acercamiento entre los dos países. Brice Clotaire Oligui Nguema también abrió de par en par las puertas de Gabón a Omar Denis Junior Bongo Ondimba, hijo de Edith y OBO, que durante mucho tiempo fue considerado indeseable en Gabón por su hermanastro Ali.
Brice Clotaire Oligui Nguema también ha sido recibido por el Jefe de Estado de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, a quien pidió el 11 de abril que intercediera en su nombre ante la Unión Africana (UA), de la que Gabón está suspendido desde septiembre de 2023. Hará lo mismo con el presidente mauritano y actual presidente de la UA, Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, con quien se reunió en Nuakchot el 23 de mayo, justo después de asistir a la toma de posesión de Mahamat Idriss Déby Itno en Yamena y antes de volar a París a finales de mayo, donde se entrevistó con el presidente francés. El reconocimiento de Oligui Nguema por los jefes de Estado del continente -y más allá- ya no es objeto de debate.
La ayuda de Malabo
Sin embargo, las cosas estuvieron a punto de empezar mal. Cuando se produce un golpe de Estado en un país, la primera reacción de los embajadores que representan a los países vecinos es preguntar a sus agregados de defensa si conocen al nuevo hombre fuerte.¿De qué madera está hecho? ¿Podemos hablar con él? Así ocurrió el 30 de agosto de 2023, cuando se anunció el golpe de Estado en Gabón.
La mayoría de los diplomáticos y militares acreditados en Libreville sabían quién era Brice Clotaire Oligui Nguema, comandante de la Guardia Republicana. "Esto no gustó nada en los palacios de África Central", afirma un politólogo.Esta reacción estaba tanto más justificada cuanto que un mes antes, el 26 de julio, el general Abdourahamane Tiani, jefe de la guardia presidencial de Níger, había derrocado al presidente Mohamed Bazoum.Tal vez por ello, Ibrahim Adam Mahamat, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Chad, emitió un comunicado en el que llamaba a "restablecer el orden constitucional" y solicitaba una reunión del Ceeac, al tiempo que pedía a los militares que "garantizaran la seguridad y la integridad física del presidente Ali Bongo Ondimba [ABO] y de su familia". Gabón fue sancionado en la reunión subsiguiente.
Pocos días después de que ABO fuera depuesto, su derrocamiento movilizó a varios emisarios para intentar establecer contacto con jefes de Estado que pudieran ayudarle a salir de su aislamiento diplomático.Malabo surgió como el punto de entrada obvio para esta ofensiva de encanto. Se envió allí una delegación.
En realidad, en el avión con destino a Mongomo -el bastión de la familia Obiang- había dos delegaciones.La primera, la oficial, estaba encabezada por el Secretario General de la Presidencia, Guy Rossatanga-Rignault, e incluía a Michel Essonghe, antiguo consejero especial de ABO: su tarea era transmitir un mensaje enviado por las autoridades de transición al Presidente de Guinea Ecuatorial.
Una segunda delegación "no oficial" estaba encabezada por el padre del general Oligui y varios miembros de su familia.Hijo de una mujer Tékée de Haut-Ogooué y de un oficial Fang de Woleu-Ntem, en la frontera con Guinea Ecuatorial, el nuevo hombre fuerte de Libreville habla la misma lengua que el presidente ecuatoguineano Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, una relación de primos que podría facilitar el diálogo e incluso ganarse la simpatía del jefe de Estado más antiguo de la región.
La misión fue un éxito. Pocos días después, en su primera visita oficial al extranjero, Brice Clotaire Oligui Nguema viajó a Malabo.Teodoro Obiang Nguema prometió lo que se esperaba de él, es decir, interceder ante sus homólogos centroafricanos para "ayudar" a las nuevas autoridades de Gabón. Sin embargo, su compromiso está sujeto a una serie de condiciones, entre ellas la garantía de publicar un calendario claro para la transición y la promesa de proteger a la familia del presidente depuesto.El ecuatoguineano aprovechó la ocasión para volver a hablar de un proyecto cercano a su corazón: el asfaltado de la carretera fronteriza entre Oyem y Guinea Ecuatorial, en dirección a Mongomo
Las relaciones con Lourenço siguen siendo tensas
Esta diplomacia paralela fue sin duda decisiva, dado que la delegación oficial acudía a Malabo en terreno desfavorable, ya que su jefe, Guy Rossatanga-Rignault, era conocido en Malabo por haber defendido los intereses de Gabón frente a los de Guinea Ecuatorial en el litigio sobre la soberanía territorial de la isla de Mbanié, caso actualmente ante el Tribunal Internacional de Justicia.
Desde entonces, otras capitales han acogido al golpista Oligui Nguema en nombre de la preservación de la estabilidad regional.Así pues, la realpolitik ha prevalecido sobre las reservas expresadas aquí y allá, sobre la base de principios ya manidos. No obstante, el presidente camerunés, Paul Biya, esperó hasta principios de diciembre para recibir a Brice Oligui en Yaundé.
Sólo falta convencer al presidente angoleño, João Lourenço, cuyo país ha criticado duramente su toma del poder por la fuerza, hasta el punto de provocar un conflicto diplomático con Libreville. A finales de abril, Brice Oligui Nguema envió una misión a Luanda, encabezada por el Presidente de la Asamblea de Transición, Jean-François Ndongou, acompañado por el antiguo Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping, con el objetivo de aliviar las tensiones.
La etapa angoleña sigue siendo prácticamente ineludible si se quiere tener alguna esperanza de que se levanten las sanciones, sobre todo teniendo en cuenta que el presidente de la Comisión Ceeac es el antiguo ministro angoleño de Asuntos Exteriores, Gilberto da Piedade Verissimo.
En la fotografía de cabecera: Brice Clotaire Oligui Nguema (centro) en Oyo, Congo, con el Presidente congoleño Denis Sassou Nguesso, el 14 de marzo de 2024, durante la conmemoración del decimoquinto aniversario de la muerte de Edith Lucie Bongo Ondimba. PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DE GABÓN
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