El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha presentado un nuevo gobierno de coalición, después de que su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA), perdiera la mayoría parlamentaria en las elecciones de mayo.
Ha manifestado que "el gobierno de unidad nacional... no tiene precedentes en la historia de nuestra democracia".
El ANC tendrá 20 de los 32 puestos del gabinete, mientras que la Alianza Democrática (DA) -hasta ahora el principal partido de la oposición- ocupará seis. Otras seis carteras se reparten entre partidos más pequeños.
Estos nombramientos se han producido tras semanas de tensas negociaciones que amenazaron con echar por tierra el acuerdo; en un momento dado, Ramaphosa acusó a la DA de intentar crear un "gobierno paralelo", contradiciendo la Constitución.
La disminución del apoyo al ANC en las elecciones ha reflejado la frustración pública por su pobre historial en la prestación de servicios básicos y la lucha contra el desempleo, la pobreza y la corrupción.
El ANC, liderado por Nelson Mandela, llegó al poder en 1994, poniendo fin a décadas de dominio de la minoría blanca en Sudáfrica.
Algunos de sus activistas lo han criticado por compartir el poder con el DA, que algunos consideran que representa los intereses de los blancos.
El gobierno de coalición fue acogido con satisfacción por la comunidad empresarial, que afirmó que garantizaría la estabilidad económica.
En el nuevo gabinete, el ANC mantendrá ministerios clave como Defensa, Finanzas y también Asuntos Exteriores, donde se ha mostrado firme en su apoyo a los palestinos e intensamente crítico con las acciones israelíes en Gaza.
La ministra saliente de Asuntos Exteriores, Naledi Pandor, ha sido sustituida por Ronald Lamola, hasta ahora ministro de Justicia.
Las carteras de la DA incluyen Interior, que controla la inmigración, así como Obras Públicas, que ha estado en el centro de una serie de escándalos de corrupción.
El partido también se hace cargo de la educación básica, pero no de la superior.
El líder del partido, John Steenhuisen, dirigirá el Ministerio de Agricultura, un sector dominado por los agricultores blancos y las empresas.
En un discurso televisado el domingo, Ramaphosa declaró: "El gobierno entrante dará prioridad a un crecimiento económico rápido, integrador y sostenible y a la creación de una sociedad más justa".
El ANC ha celebrado la decisión como "un importante paso adelante y un testimonio de la resistencia de nuestra democracia".
El líder de la DA, Steenhuisen, ha dicho a la nación que su partido había "negociado duramente" durante lo que calificó de "sólidas negociaciones" para asegurarse de que la DA obtuviera carteras "realmente sustanciales".
El jefe de la DA ha prometido "buena gobernanza, tolerancia cero con la corrupción y pragmatismo en la elaboración de políticas", y afirmó que su partido estaba ahora "orgulloso de estar a la altura del desafío y ocupar, por primera vez, nuestro lugar en la sede del gobierno nacional".
A pesar del acuerdo sobre el gabinete de coalición, siguen existiendo profundos desacuerdos políticos entre el ANC y la DA.
Quizá los temas más importantes y polémicos sean la oposición del DA a la política nacional de sanidad del ANC y a su programa de potenciación de la economía negra.
El ANC conserva el control de los ministerios de minas, comercio y reforma agraria, que son clave para su política de potenciación de la economía negra.
En la fotografia de portada: Cyril Ramaphosa (izda.) y John Steenhuisen (dcha.), rivales desde hace tiempo, acuerdan compartir el poder.
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