El último informe del grupo de expertos de las Naciones Unidas , del que dispone Africa Intelligence , aporta una prueba documental adicional del apoyo de las Fuerzas de Defensa de Ruanda (RDF) al M23 . Antes de su publicación, prevista para el 8 de julio, varios periódicos y cuentas de redes sociales favorables a los regímenes de los presidentes Paul Kagame en Ruanda y Yoweri Museveni en Uganda han filtrado extractos del mismo. Los dos gobiernos habrían accedido al documento a través de Mozambique, que presidió el Consejo de Seguridad de la ONU en mayo, para poder acceder rápidamente a las conclusiones del informe, que arrojan más luz sobre la implicación de Ruanda y Uganda en el conflicto de la República Democrática del Congo, y rebatirlas antes de su publicación.
Según los expertos de la ONU, las RDF reforzaron su apoyo al M23 en enero, cuando desplegaron 1.000 soldados en lugares estratégicos. Además, se han reclutado combatientes, ya sea por la fuerza o por voluntad propia, en Kivu del Norte, así como en Uganda y Ruanda. Los nuevos reclutas han sido entrenados en diferentes lugares, entre ellos la ciudad de Bunagana y la base de Tchanzu, donde tiene su cuartel general el jefe militar del M23, Sultani Makenga . Aislado de los teatros de operaciones, ha sido duramente criticado por los oficiales de las RDF, que prefieren al "general" Baudoin Ngaruye , considerado más cercano a los servicios de inteligencia ruandeses.
Columna ruandesa filmada por drones
Los entrenamientos se llevaron a cabo bajo la supervisión del "coronel" Léon Kanyamibwa del M23 , con el apoyo del ejército ruandés, que realiza regularmente incursiones en la República Democrática del Congo con sus propias tropas. Las protestas de los gobiernos occidentales no han servido para frenar la intensidad de las actividades de Ruanda en la República Democrática del Congo. Según los expertos de la ONU, cerca de 3.500 soldados ruandeses han sido enviados a Kivu del Norte, donde superan ampliamente en número a los combatientes del M23.
A principios de marzo , un gran contingente de tropas ruandesas fuertemente equipadas, comandadas por el coronel Callixte Migabo, fue filmado por drones cuando llegó a la ciudad de Rwindi, en el territorio de Rutshuru. Según los expertos, la RDF y el M23 están particularmente interesados en el aeródromo de esa zona, que tiene una pista de aterrizaje que puede ser utilizada por aviones bombarderos. También observaron un gran interés en el aeropuerto más pequeño de Katale.
En cuanto al equipamiento, las RDF han reforzado su posición en el teatro de operaciones en los últimos meses con la llegada de al menos tres vehículos blindados, equipados con radar y misiles tierra-aire, que fueron detectados en febrero. Se les asignó la función de neutralizar los tres drones de combate CH-4 del gobierno, uno de los cuales fue destruido el 6 de febrero. Al día siguiente, un drone perteneciente a la misión de la ONU en la República Democrática del Congo, la MONUSCO , fue atacado. Las RDF y el M23, incluida la unidad del "general" Baudouin Ngaruye, también están equipados con granadas de mortero guiadas de 120 mm similares a las fabricadas por las empresas israelíes IMI Systems (ex- Israel Military Industries ) y Elbit Systems .
Bloqueadores de señal apuntan al aeropuerto de Goma
En las últimas semanas, unos bloqueadores de señales especialmente potentes, que probablemente transmitían desde las colinas del lado ruandés de la frontera, han estado alterando las señales GPS en el aeropuerto internacional de Goma, lo que ha suscitado preocupación entre las aerolíneas comerciales. Las autoridades congoleñas y la MONUSCO están tratando de obtener más información al respecto.
Mientras tanto, la rama aérea de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) y sus contratistas de mantenimiento están en alerta. Los vuelos de los Sukhoi Su-25 de la fuerza aérea han sido suspendidos hasta que se desplieguen los tres nuevos drones CH-4 para neutralizar las capacidades antiaéreas de las RDF.
Desde hace más de dos meses, un segundo lote de aviones chinos está retenido en Kinshasa, lo que ha provocado tensiones entre los altos mandos de las FARDC. El presidente Félix Tshisekedi , que ha tardado en formar su nuevo gobierno y gabinete , sigue recurriendo a los servicios de una coalición de grupos armados locales, los Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP), entre los que se encuentran las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR) , inspiradas en el genocidio . A pesar de las protestas de Kigali y de la presión internacional, las autoridades congoleñas y sus mandos militares siguen contando con las FDLR y su jefe militar, Omega Israel . El VDP, coordinado por el gobernador militar de Nord-Kivu, el general de división Peter Cirimwami , recibe un apoyo financiero de al menos 300.000 dólares mensuales del gobierno de Kinshasa, según el informe de los expertos de la ONU.
Sospecha de colusión
La República Democrática del Congo sigue protestando públicamente por el apoyo de Ruanda al M23, pero, por el momento, ha evitado atacar a Uganda. Como reveló Africa Intelligence , Kinshasa busca deshacerse de las tropas de las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda (UPDF) que operan desde noviembre de 2021 contra el grupo armado islamista Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF). Los expertos de la ONU confirman las sospechas de que una parte del ejército ugandés está en connivencia con el M23 en el marco de una estrategia organizada por la Jefatura de Inteligencia Militar , que ha permitido a los combatientes del M23 y de las RDF atravesar el territorio ugandés y, desde "al menos" finales de 2023, tener agentes apostados junto a la rebelión en la ciudad fronteriza de Bunagana.
La misión de estos agentes es colaborar con la dirección del M23 en su programa logístico -en particular para permitirle traer nuevos reclutas y, posiblemente, soldados ugandeses- y facilitar sus movimientos en Uganda. El jefe militar del M23, Sultani Makenga, ha viajado varias veces a Entebbe y Kampala, según los expertos de la ONU. También confirman que Corneille Nangaa , líder de la Alianza del Congo (AFC), la nueva rama política del movimiento, ha vivido hasta hace poco en Kampala, donde mantuvo reuniones con otros líderes de la rebelión y contactos indirectos con diplomáticos destinados en Uganda. Además, el pasado mes de marzo recibió a los dirigentes del grupo de autodefensa del Zaire , activo en la provincia de Ituri y cuyos combatientes fueron entrenados por el M23 en Bunagana y Tchanzu.
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